La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado a través de Twitter que el próximo 1 de octubre habrá urnas del referéndum de autodeterminación en la ciudad condal. Si bien no ha explicado si finalmente cederá o no locales a tal efecto -medida desaconsejada por el propio secretario del consistorio-, tanto el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, como su vicepresident, Oriol Junqueras, han celebrado la noticia.
Colau se ha manifestado siempre a favor del derecho a decidir y ha expresado su intención de participar en la consulta secesionista sin desvelar el sentido de su voto. No obstante, la implicación del Ayuntamiento de Barcelona en el referéndum de independencia ha estado siempre en un escenario de calculada ambigüedad.
Ahora bien, el mensaje de Colau se produce justo después de que la consejera de Enseñanza catalana, Clara Ponsati, asumiera las funciones del presidente del consejo de dirección del Consorcio de Educación de Barcelona, Lluis Baulenas, que gestionaba hasta ahora las escuelas e institutos públicos de Barcelona. El consorcio está participado al 60% por el Govern y al 40% por el Ayuntamiento y podría haber sido esta la vía con la que Colau ya da por supuesto que habrá urnas de votación en la ciudad de Barcelona sin poner en riesgo a los funcionarios municipales directamente.