Belarmina Díaz, consejera hasta ahora de Transición Ecológica, Industria y Comercio del Ejecutivo asturiano, anunció su renuncia durante su comparecencia ante la Junta General del Principado.
La dimisión se produjo en el marco del debate sobre el trágico suceso ocurrido el 31 de marzo en la mina de Cerredo (Degaña), donde fallecieron 5 trabajadores y 4 más sufrieron heridas.
La consejera realizó una exposición inicial de 20 minutos, tal como establecía el orden del día, centrándose en detalles sobre el siniestro y los procedimientos administrativos relacionados con la explotación minera.
Posteriormente, tras escuchar las intervenciones de los grupos parlamentarios -que mostraron duras críticas hacia los mecanismos de control gubernamental-, comunicó formalmente su decisión.
Irregularidades detectadas en la investigación
Según informaciones de RTVE, varios empleados de la mina presentaron síntomas leves de intoxicación por gas en días previos al fatal desenlace. Los inspectores del Principado hallaron indicios de prácticas irregulares, concretamente dos cavidades de 18 y 24 metros en el tercer nivel de la explotación, mismo lugar donde se registró la explosión de grisú que causó las víctimas mortales.
En sus declaraciones finales, Díaz acusó al PP y Vox de "instrumentalizar políticamente" la tragedia: "A ustedes no les importa por qué se produjo la explosión de Grisú de Blue Solving, no les importa. Tan solo les interesa ejercer un ataque permanente y personal contra mi persona, que ni yo ni mi familia merecemos". Reveló además que el líder popular Álvaro Queipo ignoró su propuesta de diálogo: "Le tendí su mano para hablar y no recibí respuesta".
Relevo en el cargo tras 2 meses de gestión
La ahora exconsejera confirmó que presentó su renuncia la tarde anterior al presidente Adrián Barbón, presente en el hemiciclo, a quien agradeció públicamente su confianza: "Gracias, presidente, por haber confiado en mí, pero, como bien sabes, yo acepté el cargo de consejera para trabajar por y para Asturias".
Díaz asumió el puesto hace aproximadamente 60 días, sustituyendo a Nieres Roqueñí -actual presidenta del Puerto de Gijón-. Subrayó que su único objetivo desde el accidente fue "investigación, verdad y justicia", y afirmó no querer convertirse en "un obstáculo" para esclarecer los hechos.
La explosión en Cerredo puso en evidencia posibles fallos en los protocolos de seguridad, generando un intenso debate político sobre la supervisión de las actividades mineras en la región. Las investigaciones continúan para determinar las causas exactas del siniestro y posibles responsabilidades.
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