El líder de Vox, Santiago Abascal, cree que los votantes de Se Acabó la Fiesta (SALF), de quienes ha dicho que están "hartos de la corrupción", deben encontrarse decepcionados y "en la zozobra” al comprobar como el eurodiputado Luis 'Alvise' Pérez está siendo investigado por varios delitos de corrupción y fraude fiscal, y ha querido trasladar a esas más de 800.000 personas su "respeto".
Alvise Pérez ha admitido que recibió 100.000 euros en efectivo y sin factura del empresario de criptomonedas Álvaro Romillo, también conocido como CriptoSpain, como "honorarios privados" para "poder tener más ahorros" y así no enriquecerse con su actividad política como líder de Se Acabó la Fiesta (SALF). La Fiscalía del Tribunal Supremo le está investigando por presunta financiación ilegal, al haber recibido el dinero en cuestión en medio de la campaña para las elecciones europeas.
Después de que se conociera que el Tribunal Supremo le investiga, Alvise dejó caer que Abascal también pudo recibir dinero del empresario que se lo entregó a él, por lo que Vox ha puesto una querella contra el eurodiputado.
En declaraciones a los medios de comunicación, Abascal ha asegurado que los 800.000 votantes de Alvise, que le dieron 3 escaños en el Parlamento Europeo a su partido, están decepcionados con el eurodiputado. "Hay 800.000 personas hartas de la corrupción que han querido que un cambio retratara a la partitocracia y que probablemente hoy serán de los más preocupados", ha manifestado.
Abascal piensa que los votantes de Se Acabó la Fiesta "viven hoy en la zozobra" y cree que es una lástima que piensen que "no tenían que confiar en otras fuerzas políticas, por lo que les ha trasladado su respeto".
Reunión con Edmundo González Urrutia
Estas declaraciones han llegado después de que Abascal se reuniera con el líder opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, al que ha trasmitido su "preocupación" por el "papel inquietante" del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero "como un engranaje más del régimen de Maduro" y "como un miembro del Grupo de Puebla", una organización "que representa lo peor de la humanidad en estos momentos".