Comenzamos a repasar nuestros discos y canciones favoritas de hace 40 años, haciendo primero un repaso a nuestros discos favoritos de 1985, un año en el que Tom Waits sacó su obra definitiva, Kate Bush publicó el disco y la canción que salvaría a Max en 'Stranger Things' (y que influiría en miles más) o en el que desde Mineápolis, Replacements y Hüsker Dü comenzarían a escribir, a la izquierda del dial, las primeras páginas del sonido que se impondría en los 90. Estos son nuestros 20 discos favoritos de 1985:
1. Tom Waits - Rain Dogs
La gran obra maestra del sin igual Tom Waits. ‘Rain Dogs’ sigue la experimentación iniciada con ‘Swordfishtrombones’ pero le suma su mejor colección de canciones de siempre. Desde las hipnóticas ‘Singapore’ o ‘Clap hands’ con las que se abre el disco, pasando por los experimentos de ‘Cemetery polka’ o ‘Rain Dogs’, el blues de ‘Gun street girl’ o ‘Walking spanish’, el rockabilly de ‘Union square’, el country de ‘Blind love’ (mi favorita) o la magnífica colección de baladas de componen 'Hang down your head', 'Time', 'Downtown train' y 'Anywhere I lay my head'.
2. Kate Bush - Hounds of Love
Una verdadera ‘rara avis’ dentro de las ‘raras avis’. La inglesa Kate Bush es una de las artistas más originales y eclécticas de la historia de la música. En 1985 sacó su gran obra maestra con este ‘Hounds of love’ que se dividía en dos caras. La primera era la de los singles, con canciones irresistibles como la titular, ‘Running up that hill’ ‘Cloudbursting’ o ‘The big sky’ y la segunda era una obra conceptual sobre una persona navegando a la deriva, sola y por la noche en el mar. Una artista con un mundo, y un sonido, propio. Posiblemente, una de las artistas más influeyentes de toda la década.
3. The Replacements - Tim
Son muchos los que consideran ‘Let it be’, el anterior disco de los de Paul Westerberg, es el mejor disco de su carrera pero si los analizamos canción a canción podemos decir que ‘Tim’ es la verdadera obra maestra. Si con ‘Let it be’ encontraron su sonido, entre el punk y el rock clásico, con ‘Tim’ encontraron su grandes éxitos. Uno de esos discos en los que es difícil destacar una sola canción porque todas rallan a un nivel grandísimo, sirvan ‘Kiss me on the bus’, 'Bastards of Young', 'I'll buy', 'Swingin´ party', 'Left of the Dial' o 'Here Comes a Regular' como ejemplo.
4. Sam Cooke - Live at the Harlem Square Club, 1963
La voz que enseñó a cantar tanto a Otis Redding como a Marvin Gaye en el elemento en el que más a gusto se sentía, encima de un escenario, sonando con mucha más alma que en sus cuidadas interpretaciones de estudio. Tardó 22 años en ser editado pero este disco, que vio la luz 20 años después de asesinato de su protagonista, sigue siendo la puerta de entrada más fascinante al increíble legado de Mr. Soul.
5. The Pogues - Rum, Sodomy & the Lash
"Nada sino ‘Ron, sodomía y latigazos’" es, supuestamente, la respuesta que dio Winston Churchill cuando le hablaron de la gloriosa tradición naval británica. No es de extrañar que la banda de folk irlandés más punk de la historia decidiera llamar así a su obra maestra. Shane MacGowan saca a relucir una voz macerada en alcohol para cantar unas canciones con las que macerarse en alcohol y curar las heridas del corazón, demostrando que es uno de los mejores compositores de su tiempo, en joyas como 'A pair of Brown Eyes', 'Sally MacLennane', 'The Sick Bed of Cúchulainn' o las increíbles versiones de 'Dirty Old Town' o 'And the Band Played Waltzing Matilda'.
6. The Cure - The Head on the Door
Robert Smith y los Cure fueron pasando por muchas etapas y estilos, desde el punk y la nueva ola de sus inicios a los ambientes más oscuros y densos de 'Pornography' hasta llegar a la luminosidad pop de 'Kiss Me Kiss Me Kiss Me'. 'The head on the door' es su disco más variado y con más colores, además de contar con tres de los mejores sencillos de una de las mejores bandas de sencillos de los 80: 'In between days', 'Close to me' y 'A night like this'.
7. Gabinete Caligari - Cuatro Rosas
Los Gabinete comenzaron siendo uno de los primeros grupos españoles dentro de lo que se denominó como 'afterpunk', con influencias siniestras de grupos como The Cure o Siouxsie & The Banshees. Rápidamente evolucionaron hacio un sonido mucho más propio, con raíces en la música popular española, que algunos calificaron como 'rock torero'. Su entrada en el panteón de los grandes se produjo con 'Cuatro rosas', tanto la canción como el EP del mismo nombre. Fue allí donde Jaime Urrutia alcanzó su lugar en el panteón de los grandes compositores de este país con piezas tan grandes como 'Más Dura Será La Caída', 'Esclavo de tus pies', 'Caray' o 'Haciendo el bobo'. En el tema titular se desmarcaban con una melodía y una instrumentación que podrían haber firmado los Kinks de mediados de los 60 y que sirve como homenaje a Janis Joplin, 'Haciendo el bobo' podía pasar por una píldora 'power pop', 'Más Dura Será La Caída' actualizaba su pasado más oscuro, mientras que 'Tango' y 'Caray' coqueteaban con clase con sonoridades más castizas por venir.
8. The Jesus and Mary Chain - Psychocandy
Una batería robada directamente del 'Be My Baby' de las Ronettes da paso a uno de esos discos que han dejado mucha huella. La combinación entre exquisitas melodías pop y guitarras distorsionadas hasta el ruido se probó como una fórmula ganadora para los hermanos Reid y marcó el camino para muchos grupos de los 90.
9. Prefab Sprout - Steve McQueen
Paddy McAloon es uno de los compositores más personales y artesanales que conozco. En su libro Cole Porter es tan importante, o más, que Lennon/McCartney. Su elegancia y clase a la hora de fabricar una canción dieron como resultado la engañosa etiqueta de 'Sofistipop. Pero escuchando tesoros como 'Goodbye Lucille #1', 'Bonny', 'Appetite' o 'When Love Breaks Down' se puede cmprobar como suenan mucho mejor que semejante 'palabro'.
10. Tears for Fears - Songs from the Big Chair
'Songs From the Big Chair' es el mayor logro de Tears for Fears, el epítome de un álbum perfecto de synth-pop, aunque con un sonido menos sintético y más orgánico. Además es su culmen como compositores con canciones tan grandes como 'Shout', 'Everybody Wants to Rule the World' o 'Head Over Heels', además de otras no tan conocidas pero igual de increíbles como 'I Believe', 'Broken' o 'Mother's Talk', lo que hace que el disco suene casi como un disco de grandes éxitos.
Hüsker Dü - New Day Rising
New Order - Low-Life
Prince and The Revolution - Around the World in a Day
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