1994 es uno de los mejores años para la música popular del Siglo XX, fue el año en el que se encontraron el comienzo del fin del Grunge, con el suicidio de Kurt Cobain, con el apogeo del Britpop, sus mejores bandas como Oasis, Blur, Pulp o Suede, sacaron disco, el comienzo de la segunda edad dorada del hip hop, con el debut de Nas y Notorious BIG, además de los Beastie Boys tendiendo puentes entre la nación alternativa y el hip hop, o Mano Negra mirando a Sudamérica para encabezar el movimiento 'alterlatino', sin olvidar la explosión trip hop o renglones sueltos como Jeff Buckley o Nick Cave. Los 20 discos que aparecen aquí podría perfectamente caber entre los 100 mejores de la década de los 90...
1. Portishead - Dummy
Portishead compartían ciudad, Bristol, e influencias con sus paisanos Massive Attack pero lo de este trío era todavía más experimental y, a la vez, más accesible y bello. El hecho de contar con la majestuosa voz de Beth Gibbons también ayudaba. Su música era oscura y cinematográfica, como la banda sonora olvidada de una película de espionaje de los años 70. El amor de Geoff Barrow por el hip hop, unido a las melodías confesionales cantadas por Gibbons daban como resultado la música más elegante y cool (en el mejor sentido de Miles Davis) de la década. 'Sour Times', 'Glory box', 'Strangers' o 'Wandering Star' son el equivalente a las obras maestras de Burt Bacharach en la era electrónica. No hay una canción que baje del notable alto.
2. Jeff Buckley - Grace
Hay que ser cautos con los mártires del rock. Un cadáver joven y bonito puede hacer que el mínimo sentido crítico desaparezca, más si cabe si el cadáver en cuestión sólo dejó un disco completo en vida y era, para más inri, hijo de otro cadáver exquisito, en este caso Tim Buckley, además estaba bueno y le enseñó a cantar en falsete a Thom Yorke. Pero disipen las dudas, 'Grace' continuaría siendo una obra maestra si Jeff Buckley siguiera vivo, gordo, feliz y sacando discos mediocres con versiones del 'Great American Songbook'. Es difícil explicar un disco tan profundo y complejo como 'Grace', un disco ambicioso en el que cada instrumento, cada nota está en su sitio y, aun así, la increíble voz de Buckley destaca como un unicornio correteando por la Gran Vía. Su voz no sólo está a la altura de la de su padre, sino que posiblemente sea superior, siendo Jeff uno de los vocalistas más increíbles de la historia, a la altura de un Van Morrison, un Elvis o un Robert Plant, uno al que se le puede permitir que en cada karaoke haya una persona destrozando el 'Hallelujah' de Leonard Cohen... Y es que al hijo de Tim le gusta el folk pero también Led Zeppelin, logrando esa extraña (y perfecta) mezcla entre el 'Goodbye and hello' de su padre y el 'Physical Graffiti' de los de Jimmy Page, el primer disco con el que se hizo en su vida. Como colofón logró robarle, como Jimi Hendrix a Dylan el 'All along the watchtower', el 'Hallelujah' a Cohen. Pero Jeff Buckley es mucho más que la mejor voz de los años 90, es también el ambicioso compositor de tres canciones tan grandes que duelen y, a la vez, curan, 'Last goodbye', 'Grace' y 'Lover, You Should've Come Over'.
3. Oasis - Definitely Maybe
En la historia de la música rock existen unos pocos ejemplos de discos de debut que suenan como si fueran un grandes éxitos de una banda que llevara 30 años de carrera. Suelen ser discos instantáneos, en el que cada canción actúa como un 'single' con vida propia y que se suelen poner a repetir según terminas de escucharlos. Algunos ejemplos son el primero de los Ramones, el 'Never mind the bollocks' de los Sex Pistols, el 'Is this it' de los Strokes o este 'Definitely maybe' de Oasis. Noel Gallagher había entrado en la banda de su hermano Liam con la condición de poder ejercer el control absoluto sobre la banda. Llevaba escribiendo canciones desde sus tiempos como 'roadie' de Inspiral Carpets y sabía lo buenas que eran. Su objetivo era convertir al grupo en superestrellas, las letras eran simples afirmaciones de autoestima. En oposición a las deprimentas letras del grunge y la 'Generación X' Oasis no se odiaban a sí mismos, ni querían suicidarse, lo suyo era vivir para siempre, beber alcohol, fumar cigarrillos, hacer el 'hooligan' y convertirse en estrellas de rock. Con 11 canciones de semejante calibre fue bastante lógico que lo consiguieran.
4. Blur - Parklife
A pesar de que con el más que notable 'Modern life is rubbish' Blur ya había encontrado su propio sonido, quitando cualquier influencia americana y sonando más británicos que los Kinks tomándose el té de las 5 con la Reina, fue con 'Parklife' cuando todo encajó a la perfección. Principalmente porque Damon Albarn estaba totalmente inspirado y entregó su mejor colección de canciones. A pesar de que la sombra de Ray Davies seguía siendo muy alargada, no se podía acusar a Blur de ser simplemente una copia. Aquí había espacio para casi de todo (siempre que fuera británico), desde el synth pop de 'Girls & Boys' al clasicismo pop de 'End of the century', mi canción favorita de la banda, sin olvidarse del punk, la nueva ola o, incluso, el vals. 'Parklife' fue un disco que definió una época y logró ser el espejo en el que se miraron la mayoría de las bandas que pasarían a engrosar las filas del controvertido 'Britpop'.
5. Pavement - Crooked Rain, Crooked Rain
Descubrí a Pavement gracias a un gran programa de TVE, 'Metrópolis', en el que apostaban por los nuevos grandes nombres de la música alternativa, los de Stephen Malkmus salían disfrazados de Papá Noel en el vídeo de la genial 'Gold Soundz' y fue amor a primera vista. Tuve que hacerme con el disco que la contenía, 'Crooked Rain, Crooked Rain' pero la canción que me convirtió en fan absoluto fue 'Range life', una canción increíble en la que el grupo más 'indie' de la historia coqueteaba con el género menos 'cool' del planeta, el country. Claro que aquellas dos gemas no se encontraban, en absoluto, solas, allí también estaba la icónica 'Cut your hair' (lo más cercano que tuvieron a un éxito), la melancolía de 'Stop breathin', la 100% marca de la casa 'Silence kit' o la extraña belleza de 'Heaven is a truck'. Si 'Slanted and enchanted' tenía la actitud, 'Crooked Rain, Crooked Rain' tenía las canciones, así que es normal que me decante ligeramente por este como mi disco favorito de la banda.
6. Nas - Illmatic
La aparición de 'Illmatic' y el descubrimiento de Nas fue como la segunda llegada del Mesías en el Rap, un nuevo Rakim que traía un lirismo callejero y colocaba a Nueva York de nuevo en cabeza, tras el domino del Gangsta Rap de la Cpsta Oeste. Es un disco en el que trabajaron algunos de los productores más renombrados del momento como Large Professor, Pete Rock, Q-Tip, L.E.S. y, principalmente, DJ Premier. El resultado es el disco que suele encabezar los listados de mejores discos de rap para los más entendidos del género. Puede que Nas nunca volviera a llegar al nivel de su debut pero pocos lo han hecho. Difícil destacar una canción sobre otra en un disco que gana como un todo pero recordar que 'NY state of mind', 'Life's a bitch', 'One love' o 'The world is yours' son clásicos con letras mayúsculas dentro del canon del género.
7. Mano Negra - Casa Babylon
Pocos discos tienen un título más acertadoque el canto del cisne de Mano Negra. Los de Manu Chao daban un paso hacia la internacionalidad, con las influencias sudamericanas en primera línea pero son olvidarse del rock, el rap o el reggae, todo ello cantado en español, francés e inglés. En cierto modo puede verse 'Casa Babylon' como el primer disco en solitario de Manu Chao, después de la accidentada aventura de Cargo 92, su gira por Latinoamérica junto al grupo de teatro Royal de Luxe, donde se producen los primeros abandonos en el grupo, entre ellos el de Tonio, el hermano de Manu, y la Gira del Tren de Hielo y Fuego por Colombia, donde terminan por irse otros cuatro compañeros, 'Casa Babylon' es, básicamente, un esfuerzo en solitario de Chao con la ayuda de gente de fuera del grupo como Fidel Nadal, de la banda argentina Todos Tus Muertos. El disco suena como un todo gracias a los samples de discursos y programas de radio que van uniendo unas canciones reivindicativas y, a la vez, bailables, en las que se mezclan mil estilos creando una amalgama de sonidos que tuvo una enorme influencia en todo el movimeinto 'alterlatino'.
8. Hole - Live Through This
A Courtney Love le tocó el difícil papel de ser la Yoko Ono de los 90, aunque, eso sí, se preparó a conciencia. Pero, al igual que la japonesa, Love era mucho más que la mujer detrás de su marido. Lo malo es que un disco tan bueno como 'Live Through This', el que la debería haber convertido en la Stevie Nicks de los 90, apareció en el mercado justo una semana después del suicidio de Kurt Cobain. La sombra del líder de Nirvana sobre el disco es grande y muchos quisieron ver en su mayor melodicismo y mejoría en la composición, con respecto al debut de Hole, la prueba evidente de que Cobain estaba detrás de muchas de las canciones. Courtney lo ha negado varias veces pero, a pesar de ello y de que canciones como 'Malibu' o Celebrity skin' de su siguiente disco, demuestran el gancho con la melodía de Courtney, muchos son capaces de negarle el mérito a Love. Lo que está claro es que 'Live Through This' es uno de los mejores discos de Grunge de la historia, lleno de rabia y melodía a partes iguales. Es cierto que este disco se parece a un disco como 'In utero' (posiblemente porque fueron escritos casi a la vez) pero el resultado, y el mérito, es 100% responsabilidad de la mujer que quería "el trozo de tarta más grande".
9. Soundgarden - Superunknown
Soundgarden era la banda más 'heavy' de Seattle y la escena Grunge. Con gran influencia del metal y del punk, sus tres primeros discos, incluido el espléndido 'Badmotorfinger', les habían dado ya su porción de éxito, pero fue 'Superunknown' en el que les convirtió en superestrellas a la altura de Pearl Jam. Para este disco su espectro se amplió, siendo un disco de puro 'hard rock', y se filtraron influencias más pop y psicodélicas, con nombres como los Beatles saltando a la palestra, como se puede ver en 'Black Hole sun' o 'Head down', sin olvidarse de los potentes riffs, deudores de Zeppelin y Sabbath, que llenan 'Spoonman' o 'The day I tried to live'. Una obra maestra del 'hard rock' que ayudó a revitalizar el género.
10. Suede - Dog Man Star
'Dog Man Star' es un disco especial en muchos sentidos. Suede habían abierto la puerta del éxito a todo el movimiento 'britpop' pero, justo en el momento, en el que eclosionaba con Oasis, Blur o Pulp, la banda de Brett Anderson y Bernard Buttler se estaba viniendo abajo. A pesar de que habían sacado el single con más éxito de su carrera, 'Stay together, el guitarrista Buttler se encontraba enfrentado al resto de la banda tras la muerte de su padre. El proceso de grabación estaba siendo un infierno, con Buttler grabando sus partes en solitario sin contacto con el resto del grupo. Cuando lanzó un órdago diciendo que si no echaban al productor y le dejaban producir a él el disco se iría, Anderson recogió el guante y cuando Buttler fue la siguiente vez al estudio de grabación se encontró con que no podía entrar y que sus guitarras estaban fuera. Fue una pena porque 'Dog man star' era el mejor disco de la banda, el más equilibrado y el más personal. Ya no se les podía acusar de ser simplemente una sombra de Bowie y los Smiths, estaban alcanzando una voz propia como evidencia 'The Wild Ones', posiblemente, la mejor canción de todo su repertorio. Un disco decadente y teatral, trágico y romántico que anunciaba una nueva etapa en la banda pero que, finalmente, se quedó en canto de cisne de su primera incarnación.