La muerte de Erika Ortiz, hermana de la Princesa de Asturias, ha sumido en una gran conmoción a la Casa Real española. El hecho, además, de que los Reyes se encontraran fuera del país en sendos viajes oficiales, ha causado un mayor impacto en una familia que, tras el anuncio del nuevo embarazo de Doña Letizia, parecía rezumar alegría por todas partes, algo que la prensa rosa no dudaba en reflejar semana tras semana.
La noticia le cogió a Don Juan Carlos en Munich, Alemania, visitando las instalaciones del consorcio aeronáutico EADS. No obstante, tiene aún previsto recibir en Baden Wþrttemberg el premio Alemán de los Medios de Comunicación por méritos de su vida y obra, algo que hará ante de regresar a Madrid. La Reina Sofía, por su parte, conoció el fallecimiento de Erika mientras se desplazaba desde Indonesia hasta Camboya. Su primera reacción fue llevarse las manos a la cabeza y sollozar murmurando las palabras "¡qué lástima, qué lastima!"...
Pero la que está tremendamente desolada es la Princesa de Asturias, muy unida a sus hermanas. Esta profunda tristeza, unida a las extrañas circunstancias en las que se ha producido el fallecimiento, han llevado a la Familia Real a pedir en una nota "respeto" y, sobre todo, "prudencia", previendo cualquier información apresurada y poco fundamentada que pudiera salir publicada antes de que se realice la autopsia.
Esto viene dado, entre otras cosas, porque, en los últimos días, algunas habladurías reflejadas en ciertos confidenciales digitales habrían molestado sobremanera a la Casa del Rey, como por ejemplo, el 'malestar' que supuestamente le habría trasladado el excanciller Gerard Schröeder a su Majestad en relación con la gestión del Gobierno de la OPA de E.ON a Endesa. Una queja que nunca se produjo, si bien el germano hizo algún comentario al respecto en el Foro Hispanoalemán, con algún ministro del Ejecutivo entre el público.
Por tanto, toda cautela es poca. Este jueves, habrá una reunión extraordinaria en Zarzuela para preparar lo que será un comunicado oficial de la Casa Real que, por la complejidad de la situación y lo sorpresivo de los hechos, han de perfilar hasta el extremo. La propia Zarzuela aún no sabe cómo explicar lo ocurrido ni qué decir al respecto. La muerte de Erika les ha pillado a todos fuera de juego.