OPINIÓN/Víctor Gijón
martes 22 de julio de 2008, 15:24h
Comprendo que no es fácil acudir todos los días a los medios de comunicación con un tema nuevo con el que seguir haciendo política de bajonazos. Entiendo, por tanto, la metedura de pata de la diputada del PP, Isabel Urrutia, obligada como está a mantener viva durante el verano la oposición de palo y tentetieso. Pero ya lo dice el refrán: no escupas para arriba y luego creas que es que llueve.
Las críticas de Urrutia al parque de las marismas de Unquera, comparándolo con el de Las Llamas, para así poder zurrar al consejero Francisco Martín, acusándolo de sectario y falto de coherencia, parecen habérselas dictado el ‘enemigo’. Que al consejero Martín le guste más el saneamiento de las marismas de Unquera y su conversión en un parque natural que el saneamiento de las marismas de Las Llamas para hacer un parque artificial, parece lógico dada su condición de consejero de Medio Ambiente y no de delegado de una empresa constructora.
Que en los tiempos de austeridad que corren, Urrutia tenga duras palabras para una actuación de 700.000 euros (Unquera) y sean todo alabanzas para una obra que, de momento ya nos ha costado 22 millones de euros, es decir 31 veces más, resulta como poco chocante. Si por sectario Urrutia entiende el hecho de que el Gobierno de Cantabria, representado por el consejero Martín, haya puesto la mitad del dinero del parque de las Llamas sin que hasta el momento ni ayuntamiento ni el PP haya dado por los menos las gracias de palabra en nombre de los santanderinos, no me imagino cual es el listón solidario que defiende la diputada.
La señora Urrutia no puede ignorar que mientras que en Las Llamas no ha habido manera de conciliar la postura de Ayuntamiento y Gobierno regional, ni tampoco la de la Administración del Estado, que incluso reclama el derribo de parte de la obra a través de la Confederación Hidrográfica, en Unquera hubo acuerpo pleno. Gobierno de Cantabria, Ayuntamiento de Val de San Vicente, Demarcación de Costas y FEVE han cooperado para que los vecinos del municipio mejoren su calidad de vida.
Espero que en las próximas horas el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, si no desautorice a Urrutia si al menos matice sus declaraciones. Porque cuando todos los cántabros, por medio del Gobierno regional y la consejería de Medio Ambiente, hemos aportado 11 millones de euros para que Santander cuente con un parque lo menos que tiene que hacer el alcalde, y por extensión los representantes de su partido, el PP, es reconocer que, en este caso, la colaboración entre instituciones ha funcionado.
Lo que no funciona es el ataque por el ataque de Urrutia que siempre ve la paja en el ojo ajeno y nunca la viga en el propio. Por cierto, ¿para cuándo una explicación de la diputada sobre sus amigables fotos publicitarias en sede parlamentaria con un policía maltratador con condena firme?