El presidente Felipe Calderón promulgó la reforma a la ley de población que desaparece las penas de prisión de entre 18 meses y 10 años que se estipulaban, y sólo mantiene las multas para los inmigrantes que se internen o permanezcan sin papeles al país.
Con la publicación el lunes del decreto de promulgación, las modificaciones entrarán en vigor el martes.
La reforma, que cambia o deroga los artículos en los que se advertía de cárcel, señala que los indocumentados recibirán multas de entre 1.016 pesos (unos 100 dólares) y 5.084 pesos (unos 500 dólares) según sea la falta como internarse nuevamente pese a haber sido expulsado o contraer matrimonio con un mexicano sólo para poder radicar en el país.
Aunque estaba en la ley, las penas de prisión rara vez eran aplicadas y los indocumentados simplemente eran deportados.
La migración ilegal en México está compuesta mayoritariamente por centroamericanos que buscan cruzar el país rumbo a Estados Unidos.
Estadísticas del Instituto Nacional de Migración señalan que en 2007 fueron detenidos 51.700 indocumentados, el 44,4% de los cuales eran hondureños y 28,9% guatemaltecos.
Entre enero y mayo de 2008 el número de indocumentados detenidos llegó a 20.899, también en su mayoría de Honduras y Guatemala.