Según fuentes socialistas, Rubalcaba y el dirigente vasco Rodolfo Ares realizaron unas breves pero contundentes intervenciones, en las que el ministro dijo que el proceso de paz atravesaba una “situación delicada”, casi crítica, y Ares afirmó que era aún preciso verificar el final de toda violencia antes de dar nuevos pasos adelante. El proceso se tambalea. Mientras, el Gobierno vasco pide a Batasuna que condene la violencia y el PP presenta un 'decálogo' para que el PSOE vuelva al redil del pacto antiterrorista La intervención de Pérez Rubalcaba fue breve –aunque intensa-, ya que debía ausentarse de la reunión. El ministro realizó un análisis de la situación sobre el proceso de paz que resultó escasamente optimista; es más, mostró su preocupación por los últimos actos de violencia callejera en el País Vasco, por las dificultades que suponen para el conjunto del proceso. Pérez Rubalcaba explicó que es necesario tener garantías de la voluntad de ETA de cesar la violencia y añadió que estos actos de "kale borroka", unidos a las postura del PP, que juegan a 'deslegitimar el proceso', hacen que las cosas sean más complicadas, según han confirmado medios socialistas. El ministro recalcó que la situación es 'delicada', pero apuntó que nadie ha dicho que las cosas fueran a ser fáciles en este tema. No obstante, matizó que no se puede pasar según qué cosas en referencia, tanto a las exigencias del PP como a las de Batasuna. Durante la reunión de la Ejecutiva también intervino el miembro de la misma y portavoz del Partido Socialista de Euskadi, Rodolfo Ares, quien se expresó en la misma línea que el ministro del Interior, al mostrar su preocupación por los actos de violencia callejera y exponer la necesidad de que haya una verificación absoluta de la voluntad de cesar la violencia. Dijo al respecto que no se pueden dar pasos adelante mientras esta verificación no se produzca. Precisamente esta madrugada fue atacada la sede socialista en la localidad guipuzcoana de Zumárraga. En posterior rueda de prensa, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, arremetió contra la actitud “obstruccionista” en el proceso paz que estarían adoptando tanto ETA, que es, según Blanco, “quien dificulta el proceso”, como el PP, que es “quien desea que fracase”. Después de lamentar que ningún dirigente popular haya llamado para condenar los últimos ataques a sus sedes, Blanco aseguró que “la prueba evidente de que no estamos cediendo” es precisamente el fuerte rebrote de la kale borroka y las quejas de los abertzales ante la actitud de “firmeza” del Gobierno. “Ya que no ayudan al menos que no estorben ni mientan”, pidió a los populares. Blanco deslizó también una dura crítica contra el portavoz del CGPJ, Enrique López, por actuar “como correa de transmisión de la estrategia de un determinado partido”, en alusión al PP. + 0 comentarios
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