La noticia del asesinato del antiguo concejal del PSE-EE en Mondragón le llegó a Rodríguez Zapatero en el final de su mitin en Málaga. En directo, se podía ver la cara del líder socialista, cómo cambió de expresión. Inmediatamente después cogió un avión para Madrid, no sin antes hablar telefónicamente con el líder de la oposición, Mariano Rajoy.
Ambos coincidieron en la necesidad de reunirse en el Congreso de los Diputados a partir de las 19.00 horas, una reunión no excluyente, sino abierta a todos los líderes parlamentarios que lo deseen. De momento, el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, ya ha dicho que asistirá. Más partidos como PNV, CiU, Nafarroa-Bai y ERC acudirán a la cita en el Congreso. PNV confirmó a este diario que el retraso de la reunión se debió a una solicitud para que a los partidos pequeños les diera tiempo de organizarse.
Paralelamente, los responsables electorales del PSOE, José Blanco, y del PP, Ángel Acebes, conversaron telefónicamente para concertar acciones. Ambos partidos han decidido suspender sus mítines de cierre de campaña, decisión a la que se han sumado ya Izquierda Unida y Unión, Progreso y Democracia, el partido de Rosa Díez.
Díez se ha sumado a los actos de condena, pero dado que es una fuerza de nueva creación y no tiene representación en el Congreso de los Diputados, ha dicho que en el caso de que no hubiera un acto público y unitario, suspendía los actos en la madrileña Plaza de Ópera, pero que convocaría un acto de repulsa en solitario en ese mismo sitio.
El mazazo de la nueva actuación de ETA ha llegado también al Partido Socialista de Madrid (PSM), cuyos responsables tenían previsto un acto contra Esperanza Aguirre y su política en educación, con una manifestación en un colegio público. El acto quedó inmediatamente suspendido.
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