OPINIÓN/Víctor Gijón
El disputado voto regionalista
lunes 18 de febrero de 2008, 16:11h
Que me perdone Miguel Delibes por tomar prestado el titulo de su novela. Pero algunas declaraciones del fin de semana me invitan a ello. Porque el ser o no ser electoral del domingo 9 de marzo pasa por llevarse al huerto a los votantes regionalistas.
Dependiendo del lado que caigan mayoritariamente esos votos puede repetirse el resultado de hace cuatro años, apretarse las diferencias o dar el vuelco. Claro que para alcanzar el último objetivo el PSOE tiene, además, que buscar el voto de los abstencionistas de izquierdas y progresistas. Sin ese aporte no hay forma de dar la vuelta a la tortilla.
El voto regionalista se ha demostrado numeroso y volátil. En las tres últimas convocatorias de las elecciones generales estuvo, en buena parte, más cerca del PP que del PSOE. Los regionalistas gobernaban Cantabria con los populares y ese era un mensaje claro a los militantes y simpatizantes del PRC. No hubo petición expresa de voto por parte de los líderes regionalistas, ni tampoco expresión pública de apoyo. Quizás influyera en ello la poca sintonía existente entre Revilla, entonces vicepresidente, y el presidente del Gobierno de la Nación, José María Aznar.
Tampoco había fluidez en las relaciones con otros dirigentes populares, parcos en visitas a Cantabria con la excepción de Álvarez Cascos. Pero éste sólo pasaba por aquí para pescar y cenar con los suyos.
En cambio con Zapatero las cosas han sido distintas desde el principio. A destacar el papel jugado por Lola Gorostiaga en el comienzo de la gran amistad que hoy une a los presidentes de Cantabria y España. Hay química entre ambos políticos y ayer se demostró de nuevo. Además, como se encargó de recordar Revilla, con el dirigente socialista en La Moncloa Cantabria ha obtenido en cuatro años más que en ocho con el PP.
Para satisfacción del presidente regional ayer en el acto partidario de Zapatero este demostró saberse la lección de Cantabria: valoró el estado de la región --va bien--, lo hecho --mucho-- y prometió que va a hacer más. En cambio Rajoy, en el mitin del viernes, solo anunció vaguedades, prometió lo que tenía que haber hecho y no hizo cuando estaban en el Gobierno de España y Cantabria, e incluso demostró que o le pasan mal las notas o las lee peor. Y es que Rajoy convirtió la Ronda de la Bahía en la autovía a Ronda, municipio que si no me falla la memoria está por Málaga y no por Malagón.