Lucy Prebble es la autora de ‘El efecto’ (2012), que Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher han adaptado y éste último dirige. Puede verse únicamente hasta mañana en la Sala Verde de los Teatros del Canal.
El drama, con frecuentes toques humorísticos, pone sobre la mesa el sentimiento amoroso y las reacciones químicas puras que, con ciertas sustancias, se producen en el cuerpo humano para intentar dilucidar con pretendida precisión dónde empieza la causa, a qué niveles de dopamina comienza a generarse el amor y cuáles son los límites del efecto, es decir, si siempre esos niveles químicos en nuestro cuerpo concluyen inevitablemente en la generación del sentimiento amoroso.
La música dance y el espacio sonoro de Luis Miguel Cobo, y la iluminación de Ion Aníbal López juegan un papel determinante en toda una serie de secuencias sucesivas casi cinematográficas con que Juan Carlos Fisher plantea la historia sobre el escenario. Flashes sonoros y lumínicos abren y cierran los diversos capítulos de esta experiencia teatral sobre el origen del amor y los límites éticos exigibles en ciertos experimentos científicos.
Este es el caso de dos jóvenes que participan voluntariamente en uno de ellos, Connie y Tristán (convincentes Elena Rivera e Itzan Escamilla), cuando descubren que acaban enamorándose, a pesar de que ella tiene novio desde hace algún tiempo y él se toma siempre las relaciones personales guiado más por la atracción sexual que por el interés real por la persona.
El problema es que al final ninguno de los dos sabe si la conexión que sienten es real o si es la consecuencia del nuevo antidepresivo que se les está administrando en el ensayo farmacológico en el que participan.
Los científicos que supervisan el experimento son Norma (excelente Alicia Borrachero), psiquiatra y psicóloga de amplia formación que arrastra una cierta tendencia depresiva a raíz de una tortuosa relación amorosa, y Tomás (contundente Fran Perea), también médico y último responsable frente a la farmacéutica del resultado final del ensayo.
La simplificación con esa serie de cortantes flashes que llevan al espectador a presenciar en algo más de hora y media lo que en la historia que se cuenta dura todo un mes de ensayos, pretende plantear el asunto ético y científico con cierto distanciamiento y objetividad para que, finalmente, sea el propio espectador (generalmente con experiencia amorosa, quizás, pero sin repajolera idea de química y de psicología), quién decida qué es lo que realmente ha pasado entre ambos jóvenes: ¿atracción imparable que surge por sí sola, o consecuencia de la medicación pautada e ingerida?
Juan Sebastián Domínguez es el diseñador del vestuario en el que domina el blanco nuclear hospitalario, y de la sencilla, neutra y casi antiséptica escenografía (una tarima central y un par de sillas), marco en el que se lleva a cabo el experimento científico-farmacológico. El movimiento escénico es obra de Iker Karrera, y la vídeo escena de Javier Mari-Pino y Óscar Testón.
El montaje -plástica y escénicamente muy atractivo-, a nuestro entender, está por encima del texto de Prebble que simplifica en exceso una cuestión mucho más intrincada y compleja de lo que se muestra en el drama.
Ficha técnica de la obra ‘El efecto’
Texto: Lucy Prebble Adaptación: Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher Dirección: Juan Carlos Fisher Reparto (por orden de intervención): Alicia Borrachero, Elena Rivera, Itzan Escamilla y Fran Perea Vestuario y escenografía: Juan Sebastián Domínguez Música y espacio sonoro: Luis Miguel Cobo Iluminación: Ion Aníbal López (A.A.I.) Ayudante de dirección: Rómulo Assereto Movimiento escénico: Iker Karrera Vídeo Escena: Javier Mari-Pino y Óscar Testón Comunicación: Ángel Galán Fotografías de escena: Elena C. Graíño Fotografías promoción y diseño gráfico: Javier Naval Ayudante de producción: Desirée Díaz Henares Asesoría de producción: Ana Jelin Jefe de producción: Carlos Montalvo Producción ejecutiva: Olvido Orovio Gerente regidor: Carlos Montalvo Maquinista y técnico de audiovisuales: David Vizcaíno Técnico de iluminación: Ion Aníbal López Transporte: Taicher Construcción de escenografía: Mambo Decorados Distribución y producción: Producciones Teatrales Contemporáneas S.L Agradecimientos: Lucía López, Raymond Naval, Teatro Palacio Valdés de Avilés y Estudio de Actores Teatros del Canal, Madrid Hasta el 20 de abril de 2025
Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)