FC Barcelona y Osasuna han anunciado que van a recurrir la decisión que ha tomado el Juez Único de Competiciones Profesionales de la Federación Española de Fútbol (RFEF), José Alberto Peláez, de poner para el día 27 de marzo el partido aplazado por la muerte del médico del primer equipo azulgrana Carles Miñarro, poco antes de su disputa.
La razón es que el partido ante Osasuna se jugaría dos después de los encuentros que Ronald Araujo y Raphael Dias 'Raphinha' van a jugar con sus respectivas selecciones de Uruguay y Brasil.
Araujo va a jugar el martes, 25 de marzo, contra Bolivia a las 21:00 CET (-1GMT), con lo que solo tendría 48 horas de descanso antes de jugar contra Osasuna.
Peor aún es el caso de Raphinha, uno de los jugadores más en forma del equipo de Hansi Flick. El delantero del Barça va a disputar ante Argentina en el Monumental de Buenos Aires un partido programado para las 01:00 CET (-1 GMT)del 26 de marzo, menos de 40 horas antes del partido ante los navarros.
Única y primera fecha posible
Después del aplazamiento, el juez pidió tanto a los dos clubes como a LaLiga su opinión sobre la nueva fecha en la que tendría que jugarse el partido y esta planteó el jueves 27 de marzo, mientras los clubes apostaron porque se disputara entre las jornadas penúltima y última del campeonato (37 y 38), ya que esa opción "minimiza los conflictos con las convocatorias de jugadores a selecciones nacionales".
El juez también pidió a los dos clubes la lista de sus internacionales convocados y solicitó un informe sobre la viabilidad de las peticiones de todas las partes al Departamento de Competiciones de la RFEF, que habló a favor del 27 de marzo como única y primera fecha posible, en cumplimiento de las Normas Reguladoras y Bases de Competición.
La resolución asegura que el partido ha de disputarse ese día 27, porque es la primera fecha posible como demanda la normativa y porque "debe primar la protección de la integridad de la competición", aunque haya una contraposición de derechos entre los clubes afectados y el resto y los de la propia competición.
"Trasladar este partido a la penúltima jornada, sin duda, puede generar desventaja e incertidumbre competitiva, siendo perjudicial para todos los equipos implicados, y por ende, a los principios y valores de la propia competición", comenta.
Así se afirma que "la celebración del encuentro lo antes posible garantiza que las condiciones en las que se dispute sean, dentro de lo posible, lo más similares a las previstas inicialmente, mientras que demorar en exceso la fecha de su disputa, incluso podría dar lugar a situaciones indeseables para el Campeonato Nacional de Primera División, aumentando la posibilidad de que surjan factores externos que pudieran volver a afectar a su disputa".
Impedir que se produzcan "situaciones de ventaja"
También advierte que el hecho de que las dos últimas jornadas se celebren en horario unificado "tiene por finalidad que no se produzcan situaciones de ventaja", que podrían ocurrir al jugar un encuentro aplazado conociendo con anterioridad los resultados por equipos competidores por el título, los puestos de competiciones europeas o descenso.
"No somos ajenos a los inconvenientes inherentes a que el partido en cuestión se dispute el próximo 27 de marzo, especialmente para los jugadores que disputan partidos internacionales que deban soportar grandes distancias para su regreso, lo cual afecta especialmente a dos jugadores de la primera plantilla del F.C. Barcelona, y a otros dos del C.A. Osasuna, pero ello es consustancial con la densidad de los calendarios deportivos, y son situaciones extraordinarias, devenidas como consecuencia de otra que también lo fue, como resultó ser el fallecimiento del Doctor miembro del Staff del F.C. Barcelona", termina.
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