María Pastor, la actriz de referencia en la antigua Guindalera, estrena en la sala Lola Membrives del Teatro Lara su primera pieza como directora de escena. Se trata de ’Anonimato’, del dramaturgo y actor argentino Mariano Rochman, una dramedia que pone en evidencia las dificultades de cualquier relación de pareja cuando una fuerte adversidad se cruza en la vida de ambos y, a partir de entonces, nada de lo que parecía sólido, inquebrantable y duradero sigue manteniendo esa condición.
Todo empieza cuando la pareja acude a una consulta regular de seguimiento con la ginecóloga y ésta pone en guardia al padre de la criatura para descartar una posible patología hereditaria que acabó con la vida de su padre, de su abuelo y de su bisabuelo. Ante la nueva circunstancia, el futuro padre no ve más alternativa que tirar del hilo familiar a través de su madre. Justamente ahí comienza su zozobra, su quebradero de cabeza, su tribulación, su angustia existencial…
Alba Alonso es Eva -una joven vitalista, ilusionada con su reciente embarazo-, que lleva ya en su seno a un pequeño ser de dos meses; es la pareja de Iván, encarnado por Mariano Rochman, empeñado en ser un padre ejemplar incluso antes de que ese “Garbancito” que crece dentro de su mujer venga a este mundo, pero también un hombre al que superan las circunstancias después de saber, como si tal cosa en esa conversación que buscaba con su madre, que no es hijo biológico de su padre. Fanny Condado es la Madre, una mujer práctica que minimiza las adversidades y no gusta de las complicaciones. Justamente lo contrario de lo que le sucede a su hijo, Iván, que en lugar de quitarse una losa de encima al cerciorarse de que esa patología que acabó con la vida de sus ancestros ya no va a afectarle ni a él ni al bebé, opta por ver la botella medio vacía y sucumbe ante una verdad callada durante tanto tiempo por su madre.
La directora mantiene en escena durante los 75 minutos de función a los tres personajes. La escenografía, sencilla y eficaz (apenas cuatro sillas, que los mismos actores mueven de ubicación para concretar los distintos espacios), la firma también María Pastor; el sonido es de Luís Flor; la iluminación, de Álex Pintado; el vestuario, de Teresa Valentín-Gamazo, y la ayudantía de dirección, de Estela Montejo.
Queda de manifiesto que María Pastor ha sido cocinera antes que monja (actriz antes que directora, se entiende), y que sabe salir muy bien parada de las situaciones en las que pone a los personajes, muy bien defendidos por los tres intérpretes. El público también lo entiendo así y premia con prolongados aplausos la resolución del conflicto que, como siempre sucede en la vida, quizás no sea el mejor de los posibles, pero tampoco el peor. El resto, como le sucede a Iván, ya depende de cada uno de los espectadores. Interesante.
‘Anonimato’
Dramaturgia: Mariano Rochman
Dirección: María Pastor
Vestuario: Teresa Valentín-Gamazo
Espacio escénico: María Pastor
Sonido: Luís Flor
Iluminación: Álex Pintado
Ayudante de Dirección: Estela Montejo
Fotografía: Juanjo Molina
Diseño Gráfico: María De Alba
Producción: Doble Sentido Producciones
Teatro Lara, Madrid
Hasta el 29 de marzo de 2025