El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciaba estos días la imposición de gravámenes del 25% sobre todo el acero y aluminio importado por su país.
Según las primeras estimaciones realizadas por la Cámara de Comercio de España, estos aranceles podrían reducir un 10,4% el valor total de las exportaciones españolas de acero (incluyendo hierro) y aluminio (con sus manufacturas) destinadas al mercado estadounidense.
Este escenario pondría en riesgo importantes ingresos para el tejido productivo nacional.
Por otro lado, si los nuevos gravámenes se aplican uniformemente a todas las naciones que exportan estos productos a EEUU, el impacto directo en España podría ser menor, ya que no variarían significativamente los precios relativos entre países competidores.
Sin embargo, si los incrementos arancelarios discriminasen según origen, la posición competitiva de las exportaciones españolas podría verse modificada, ya sea positiva o negativamente dependiendo de las condiciones específicas establecidas.
Precedentes históricos
No es la primera vez que Estados Unidos adopta medidas similares. Durante el mandato anterior de Trump, entre 2017 y 2021, ya se impusieron tarifas del 25% al acero y del 10% al aluminio procedente de la Unión Europea. Estas restricciones estuvieron activas desde junio de 2018 hasta octubre de 2021.
Aunque inicialmente la UE contó con una exención temporal, esta terminó el primero de junio de 2018, fecha en la que entraron en vigor oficialmente los gravámenes sobre bienes por valor de seis mil cuatrocientos millones de euros.
Como contramedida, la Unión Europea respondió con sanciones propias, aplicando aranceles a productos estadounidenses como motocicletas, ciertas bebidas alcohólicas y mercancías agrícolas y textiles.
Estas represalias alcanzaron los 2.800 millones de euros. Además, la UE presentó una reclamación ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que las tarifas estadounidenses carecían de justificación.
En octubre de 2021, ambas partes alcanzaron un acuerdo para implementar un sistema de cuotas arancelarias en lugar de mantener las tarifas fijas. Este modelo permitía importar cantidades limitadas de acero y aluminio sin coste adicional, mientras que cualquier volumen superior estaría sujeto a los aranceles del 25% para el acero y del 10% para el aluminio. Este pacto seguirá vigente hasta marzo de 2025.
Las principales fuentes mundiales de suministro de acero hacia EEUU son Canadá, Brasil y México. En cuanto a España, sus ventas de productos relacionados con la fundición del hierro y el acero ascendieron a 944 millones de euros en 2023.
En el caso del aluminio, España ocupa el 28º lugar entre los exportadores hacia EEUU, con un volumen de 19.664 toneladas en 2024, lo que representa ingresos por valor de 128,9 millones de euros.
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