En la era de la manipulación digital y la inteligencia artificial para crear falsos vídeos y audios, uno duda hasta de su sombra. Pero parece que no habría nada de mentira en este vídeo que se ha hecho viral en las últimas horas.
Se trata del vídeo en el que se puede ver al magnate Elon Musk haciendo varias veces lo que parece un saludo fascista, reminiscencia del siglo XX y los regímenes más populares de este tipo, alemán (nazi) e italiano (fascista), que recordaba la forma de saludo y postura de la era imperial romana.
Musk, desde que ganara las elecciones Donald Trump, en parte por su ayuda desde la red social X, que controla, se ha convertido en uno de sus colaboradores más cercanos, y de hecho en su toma de posesión presidencial estuvo sentado entre la élite en la ceremonia que tuvo lugar en el Capitolio.
Después, el empresario pronunció un discurso en el Capital One Arena de Washington DC, entre seguidores de Trump, magnates, y agitadores ultraderechistas varios. Pues bien, llamó la atención que durante su intervención, Musk hizo movimientos con su brazo hasta 2 veces que, salvo que explique el malentendido, era un saludo interpretado como fascista.
En algunos medios estadounidenses lo tienen claro. La prestigiosa 'CNN' aseguraba en directo: "Ese saludo evocaba cosas que hemos visto a lo largo de la historia".
"Mi corazón está con todos vosotros", decía Musk mientras hacía estos gestos, interpretados como saludos fascistas, según la mayoría de analistas:
Otros, en cambio, consideran que el vídeo y su interpretación están manipulados, porque era un simple gesto de saludo cariñoso a sus seguidores, llevándose la mano al corazón:
La imagen de Musk y su viraje ideológico
De Elon Musk se ha dicho y opinado mucho en estos últimos años, sobre todo tras su salto de la industria tecnológica a terrenos más politizados, como el control de la popular red social X, antes Twitter, donde nunca ocultó su plan de evitar que fuera controlada por usuarios progresistas.
Además, se introdujo de lleno en terrenos ideológicos ultraconservadores. Se le considera gay en algunos ámbitos, pero sin 'salir del armario' de manera visible, y sin embargo profundamente contrario a las nuevas tendencias sobre identificación de género, por ejemplo. Sin ir más lejos, denunció lo ocurrido con su hija, que hizo un cambio de género. Según él, que se quejó de cómo fue el proceso, le llevó a "abrir los ojos" y pasar al lado más ultraconservador en el plano ideológico.
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