El Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, que desempeña funciones clave como actuar como banco para los bancos centrales, promover la estabilidad financiera y facilitar la cooperación internacional, señaló ayer en su informe trimestral que la amenaza de una posible desestabilización de los mercados financieros, derivada del aumento de la deuda gubernamental, se ha intensificado. El jefe del departamento monetario y económico del BIS alertó sobre el exceso de deuda pública, que podría generar inestabilidad en el mercado de bonos, con riesgos de que esta afectación se extienda a otros activos financieros. Aunque, según afirmó, los mercados aún no han experimentado los llamados "ataques de los vigilantes de bonos" -cuando los inversores en deuda incrementan drásticamente los costes de los préstamos estatales para forzar a los gobiernos a reducir el gasto fiscal-, instó a los responsables políticos a no esperar a que esto ocurra.
Los mercados financieros están comenzando a considerar la necesidad de absorber un volumen creciente de deuda pública. De acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), los elevados déficits presupuestarios sugieren que la deuda soberana podría incrementarse en un tercio para 2028. En Estados Unidos, se prevé que los recortes fiscales de la administración entrante eleven la deuda de 36 billones de dólares a 44 billones. En el Reino Unido, el nuevo gobierno laborista, con su reciente presupuesto, ha revisado al alza sus estimaciones de endeudamiento a cinco años. El informe del BIS también subrayó las tensiones políticas en Francia por el déficit presupuestario y la política fiscal expansiva de Japón como factores que contribuyen al "resurgimiento de las preocupaciones fiscales".