Tras su estreno en Londres y antes del comienzo de una gira que recorrerá Inglaterra, Portugal, Bélgica, Rumanía e Italia, El Aedo Teatro y Jesús Torres han traído por unos días a La Mirador, esa sala madrileña enclavada en el corazón de Lavapiés, su ‘Poeta (Perdido) en Nueva York’, y sin entradas en taquilla para todas las funciones, lo cual ya da una idea del interés con que el espectador madrileño (sobre todo el más joven), acoge cualquier iniciativa del actor, director de escena y dramaturgo granaíno y andaluz.
El camaleónico Jesús Torres dio ya una buena medida del artista que lleva dentro en aquel inolvidable Puños de harina, Premio SGAE AutorExprés 2019, y su nueva iniciativa había levantado mucha expectación porque Lorca es mucho Lorca, y más para un granadino como es Torres. No sólo no ha defraudado, sino que, por el contrario, ha sorprendido toda expectativa con un montaje espléndido, desbordante, íntimo y universal a la vez, llevado de la mano de un Federico García Lorca netamente granadino (desde luego, el más granaíno que nunca he visto), que recita El rey de Harlem, Ciudad sin sueño o la Oda a Walt Whitman, que alterna con otros poemas del Diván del Tamarit, cartas y obras como El público para acercar la poesía de Lorca a todo tipo de públicos.
Y, aunque el título de la propuesta lleva a un cierto equívoco porque, realmente, en ella no habrá más de una quinta parte de versos de Poeta en Nueva York dentro de los ochenta minutos de espectáculo, el resto de textos del poeta granadino resuenan -como siempre-, auténticos, desgarrados, alegres, esperanzados o desesperados, siempre con el alma entre sus manos y su boca para compartirlos con el mundo.
Todos ellos los recoge Jesús Torres con el amor y la admiración que siempre ha profesado a Federico desde aquella vez que, a los 12 o 13 años visitaba con sus padres la Feria del Libro de Granada y un libro sobre Lorca, de gran formato, captó su atención. Sus padres no se lo quisieron comprar porque estimaban que no era texto para un preadolescente, pero el “librero” que se lo había puesto en sus manos decidió unilateralmente regalárselo al chaval. Le incluyó una corta pero intensa dedicatoria que terminaba firmando. La rúbrica descubría al que Jesús consideraba “librero”, y que finalmente resultó ser, ni más ni menos, que el propio Ian Gibson, uno de los más grandes, fieles y minuciosos conocedores de la vida y de la obra de Federico. Desde entonces Torres lleva consigo a Lorca y a Gibson en ese libro allá por donde va.
El viaje que Lorca hizo a Nueva York huyendo de sí mismo, de Granada y de Madrid, y con el ánimo de encontrar a otro Federico marcó, sin duda, un antes y un después en la vida del poeta. Pero, tras aquella larga travesía en barco, el Nueva York que recibe al poeta es el del crack del 29, el de la depresión económica y la depresión moral de buena parte de la población que, incluso, se lanza al vacío desde los altísimos rascacielos para quitarse la vida ante lo que se viene encima. La despersonalización, la deshumanización y el individualismo que el poeta encuentra en la grandísima ciudad norteamericana impregna su ánimo y su poesía hasta hacerle marcar un nuevo tiempo en ella.
La imponente puesta en escena de este ‘Poeta (perdido) en Nueva York’ es verdaderamente deslumbrante: escenografía y vestuario (Juanjo González), videoescena (Leonardo Lapeña), luz (Jesús Díaz Cortés), música (Alberto Reguilón), coreografía (Mercé Grané), caracterización (Olaya Vasco)… Todo el equipo artístico rema en la misma dirección y en el mismo sentido para que la propuesta recale hasta lo más íntimo del alma del espectador.
Una plataforma giratoria, con maquetas de los grandes edificios neoyorkinos, una máquina de escribir de la época, maniquíés, una gran escalera que lo mismo evoca el puente que conecta La Gran Manzana con Harlem, o el vértigo que se adueña del poeta ante todo lo que ve en la gran ciudad… Es, sin la menor duda, la propuesta más ambiciosa que nunca haya visitado el circuito del teatro alternativo madrileño. Una verdadera maravilla.
La propuesta, desde luego, merece volver a Madrid con más tiempo y estoy seguro de que el teatro que la acoja no se arrepentirá, sino todo lo contrario. Muy, muy interesante.
‘Poeta [Perdido] en Nueva York’
A partir de textos de Federico García Lorca
Dramaturgia y dirección: Jesús Torres
Intérprete: Jesús Torres
Diseño Iluminación: Jesús Díaz Cortés
Escenografía / Vestuario: Juanjo González
Videoescena: Leonardo Lapeña
Composición musical: Alberto Reguilón
Coreografía: Mercé Grané
Técnico Iluminación: Alicia Pedraza
Técnico Audiovisual: Antonio Villar
Maquinista: Davis Herrera
Producción: Iván Flores y Carol Delgado
Caracterización: Olaya Vasco
Diseño: NBLANCO
Fotografía: Moisés F. Acosta
Vídeo: Ángela Ugalde
Comunicación: Raquel Berini
Distribuye: Fran Ávila
Con el apoyo de Junta de Andalucía e INAEM
La Mirador, Madrid
Del 28 de noviembre al 1 de diciembre de 2024