En relación a las acusaciones de la organización privada Observatorio de Bienestar Animal (OBA), que aseguró que la carne de los pollos vendidos por Lidl España eran de baja calidad, la cadena de supermercados ha explicado su versión a Diariocrítico.
Tras ponernos en contacto con la compañía de origen alemán, su respuesta ha sido contundente contra este análisis independiente sobre sus pollos, en especial a la hora de defender la calidad de sus artículos avícolas.
"Queremos dejar constancia de que garantizar la calidad de nuestros productos es una prioridad para Lidl, extendiéndola a los propios procesos para garantizar que los productos conservan las mejores condiciones desde el proveedor hasta el cliente final".
Controles de calidad
Para ello, nos cuentan, realizan "exhaustivos controles de calidad a lo largo de toda la cadena de suministro a través de organismos independientes y acreditados. De hecho, tal es nuestra prioridad, que nuestra política de compras -incluida la de productos cárnicos- establece límites más estrictos que los propios requisitos legales".
Además, defiende que todos sus proveedores cuentan "con avales de certificación internacionalmente reconocidos como International Food Standard (IFS) o el British Retail Consortium (BRC) que certifican los más altos estándares de calidad, y en especial la seguridad alimentaria".
Lidl afirma que aparte de estas "revisiones minuciosas" por su parte, también se realizan controles a proveedores y productos que comercializan en tienda, especialmente los artículos frescos y la carne de ave, "asegurando de este modo que cumplen con todos los requisitos de la legislación vigente".
Las polémica de las estrías blancas
En cuanto a la controvertida presencia de estrías blancas en la carne de ave vendida por Lidl, la cadena explica que es "un elemento común en el pollo que se comercializa habitualmente en los supermercados de España (y no solo en Lidl)". Y que tal y como manifiesta la comunidad científica, "se trata de un factor visual que separa la grasa de la carne, que no afecta al valor nutricional del producto y, ni mucho menos, a su calidad y seguridad alimentaria".
Además, Lidl se queja de las reiterativas críticas del OBA a sus productos: "Por desgracia, no es la primera vez que esta organización lanza una acusación contra Lidl a través de los medios de comunicación y sin contrastar su información previamente con nosotros".
"Una vez más, utiliza de forma gratuita la seguridad alimentaria como factor reclamo para presionar a las empresas a que cumplan sus exigencias", se queja Lidl España sobre la polémica.
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