Diseñado por expertos
El PP oculta desde hace 16 años un plan para la rehabilitación del Cabildo
jueves 31 de enero de 2008, 11:58h
El PP en el Ayuntamiento de Santander dispone desde 1992 de un Plan Especial del Cabildo de Arriba, diseñado por expertos de la Universidad de Cantabria, que se ha mantenido oculto a los ojos de los grupos políticos de la oposición y de los vecinos afectados.
El PP en el Ayuntamiento de Santander dispone desde 1992 de un Plan Especial del Cabildo de Arriba, diseñado por expertos de la Universidad de Cantabria, que se ha mantenido oculto a los ojos de los grupos políticos de la oposición y de los vecinos afectados.
Tres lustros más tarde, el Ayuntamiento de la capital de Cantabria, que sigue gobernado por el PP, sólo se ha puesto en marcha tras el derrumbe que provocó la muerte a tres vecinos. Al mismo tiempo se presiona a los vecinos de la zona para que guarden silencio y no acudan a determinados medios de comunicación que el equipo de gobierno municipal considera críticos, si quieren que “las cosas se solucionen”. Una campaña intimidatoria que también tiene la vista puesto en los concejales de la oposición, a los que se acusa de “carroñeros” y “buscar votos con la desgracia”, mediante orquestadas campañas de cartas al director.
Mientras el PP ocultaba el plan para la rehabilitación del Cabildo de Arriba, encargado al hilo del desarrollo del Plan General de Ordenación Urbana de Santander de 1987, la degradación de la zona fue en incremento. Se producían acciones especulativas, con compras de inmuebles, desalojo de inquilinos de baja renta y acciones tendentes a acelerar el deterioro de los edificios par justificar su derribo. El Ayuntamiento de Santander se vienen negando a informar a la oposición municipal sobre los verdaderos propietarios de la mayor parte del barrio, así como de los planes de reforma privadas que, al menos durante la época de Gonzalo Piñeiro, como alcalde, llegaron hasta su mesa.
Desde el encargo del trabajo hasta hoy tres alcaldes, todos del PP, han pasado por la presidencia de la corporación municipal santanderina. Entre 1987 y 1995, Manuel Huerta, de ese año hasta 2007, es decir las tres últimas legislaturas, Gonzalo Piñeiro --el ‘verdugo’ del Cabildo, según los vecinos-- y desde mayo pasado Iñigo de la Serna, quien ya formó parte del equipo de Gobierno municipal durante los últimos cuatro años.
En todo ese tiempo no se adoptó medida alguna preventiva, ni con el PGOU de 1987, ni con el que actualmente se tramita. El descuido real, aunque sobre el papel existan varias figuras de protección, se puso de evidencia cuando el 8 de diciembre unas obras ilegales, que 72 horas antes habían sido visitadas, a instancias de los vecinos, por técnicos municipales, provocaron el desplome de una casa provocando las primeas victimas mortales en el barrio.
Sólo a partir de ese momento las promesas y buenas palabras del alcalde De la Serna a los vecinos del bario comenzaron a hacerse realidad. Pero al mismo tiempo se puso en marcha una contundente operación de desinformación tendente a ocular la responsabilidad de todos los gobiernos municipales del PP en el deterioro del Cabildo. De hacer caso a De la Serna todo comenzó el día de la Inmaculada de 2007, ni siquiera 15 días antes cuando en el Ayuntamiento se reciben una denuncia vecinal sobre el derribo de un edificio en al zona. Derribo realizado con una licencia caducada y que únicamente autorizaba a arreglar techo y fachada. Aún así se tardaron once días en inspeccionar la obra y comprobar la certeza de los denunciado. Pero no se adopto medida alguna, dejando para la semana siguiente, afirman, las medidas punitivas. Fue, entre tanto, cuando el edificio colindante se vino abajo atrapado a tres vecinos entre sus escombros.
La operación de encumbrimiento de las responsabilidades políticas es tal que a los distintos dirigentes vecinales que luchan por su barrio se les ha hecho llegar recomendaciones para que eviten hacer declaraciones que puedan entenderse como una critica al actual equipo de Gobierno. Es condición imprescindible, dicen, para que se mantengan el diálogo en la búsqueda de soluciones. Pero, de momento, en el Ayuntamiento las soluciones son peticiones --al Gobierno regional para que aloje a los vecinos desalojados--, la información escasa y la única acción es derribar edificios según se va comprobando su estado ruinoso. El Cabildo necesita medidas de impacto, urgentes, pero en el PP del Ayuntamiento, pierden el tiempo creando comisiones --ya las hubo antes y no aportaron ninguna solución-- y montando operaciones para intentar desacreditar a la oposición.