Con texto de Joan Yago (el celebrado autor de Breve historia del ferrocarril español), e impecable dirección de Israel Solà, la compañía catalana La Calórica vuelve dónde solía, léase a adentrarse con tanto humor como inteligencia en algunos asuntos políticos y sociales que han marcado el devenir de la historia. En esta ocasión a través de ‘Le Congrès ne marche pas’, una comedia que aún permanece por unos días en el teatro Valle-Inclán de Madrid, recreando con su particular punto de vista lo sucedido en el llamado Congreso de Viena, una cumbre internacional europea en la que, una vez sometido Napoleón Bonaparte, los más influyentes países de Europa se reúnen para reconfigurar el nuevo mapa del viejo continente.
Acudieron al Congrès representantes de las principales potencias europeas del momento (Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Austria), excepto el imperio otomano. Y aunque, inicialmente, los organizadores, con el príncipe Klemens Metternich, el ministro austriaco de Asuntos Exteriores como organizador, habían decidido que Francia, España y las potencias de segundo orden no intervinieran, finalmente les dieron acceso, pero alejándolas de influencia alguna sobre el asunto central del Congreso.
Inicialmente se pensó que el Congrès no duraría más que una o dos semanas, pero se extendió hasta nueve meses (1 de noviembre de 1814 hasta el 8 de junio de 1815). Y, aunque el objeto esencial de la conferencia era el de restablecer las fronteras territoriales de Europa una vez vencidas las tropas napoleónicas, las fiestas (dominadas por el vals, el baile de moda (“paso paso, vuelta vuelta…”), y la música de Beethoven, el alcohol, el sexo, las bacanales y el desenfreno constantes acabaron ocupando el verdadero interés de los participantes.
La Calórica toma el Congreso de Viena como metáfora de lo que se está viviendo en el mundo en estos momentos que, a su juicio, es el final del sistema neoliberal, y con él también del capitalismo. Acaso por eso mismo, y para reflejar sobre el escenario esta Torre de Babel en la que estamos sumidos, el espectáculo se representa en los idiomas de las potencias participantes en el Congreso de Viena: francés (el idioma diplomático por excelencia en el XIX), alemán, inglés y ruso, aunque también se da breve cabida al español, a través de un representante que muy bien podría ejemplificar el nivel intelectual de la clase política española del siglo XXI.
Los brillantes encargados de llevar a las tablas el Congreso son Roser Batalla (que dobla papel como Esposa del ministro de Asuntos Exteriores británico y como una excepcional Margaret Thatcher), Joan Esteve (Criado), Xavi Francés (graciosísimo Pedro Gómez de Labrador), Aitor Galisteo-Rocher (zar Alejandro I), Esther López (seductora Caterina, princesa de Bragation), Tamara Ndong (Barbara von Krüdener), Marc Rius (Lord Robert Castlereag, el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña), Carles Roig (Talleyrand) y Júlia Truyol (magnífico Metternich). Juntos despliegan sobre el escenario del Valle-Inclán un soberbio y divertidísimo trabajo grupal en una excelente interpretación.
Completan el equipo artístico de ‘Le Congrès ne marche pas’ Vanessa Segura (voz en off que narra cuanto queda fuera de escena), Corentine Sauvetre (voz en off francesa), Bibiana Puigdefàbregas (diseñadora del elegantísimo espacio escénico), Rodrigo Ortega Portillo (creador de la minuciosa iluminación), Albert Pascual (diseñador del primoroso vestuario), Guillem Rodríguez y David Solans (perfecto espacio sonoro), Anna Madaula (imaginativa caracterización), Vero Cendoya (dibujante de la alegre y dinámica coreografía y movimiento), Julia Calzada (traducción y asesoría fonética en francés e inglés), Gerard Adrover y Yulia Karaganova (traducción y asesoría fonética en ruso) y Laia Santanach (asesoría de canto coral).
‘Le Congrès ne marche pas’ es un perfecto ejemplo de cómo se pueden abordar asuntos bien complejos y de hondo calado sociopolítico sin recurrir al gesto severo, a la reflexión filosófica y moral formuladas de manera distante, sino recurriendo únicamente al humor como fórmula de denuncia de las inmensas contradicciones de unos sistemas políticos que dejamos en manos de gentes —de alta o de baja alcurnia, da lo mismo—, que buscan únicamente su bien personal y no el bien social. Un montaje imperdible.
‘Le Congrès ne marche pas’
‘Creación: La Calòrica
Texto: Joan Yago
Dirección: Israel Solà
Reparto: Roser Batalla, Joan Esteve, Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Tamara Ndong, Marc Rius, Carles Roig y Júlia Truyol
Voz en off: Vanessa Segura
Voz en off francesa: Corentine Sauvetre
Espacio escénico: Bibiana Puigdefàbregas
Iluminación: Rodrigo Ortega Portillo
Vestuario: Albert Pascual
Espacio sonoro: Guillem Rodríguez y David Solans
Caracterización: Anna Madaula
Coreografía y movimiento: Vero Cendoya
Traducción y asesoría fonética en francés e inglés: Julia Calzada
Traducción y asesoría fonética en ruso: Gerard Adrover y Yulia Karaganova
Asesoría de canto coral: Laia Santanach
Ayudante de dirección: Pau Masaló
Ayudante de escenografía: Alba Paituví
Ayudante de vestuario: Elisabet Rovira Ribas
Jefa de producción: Roser Soler
Comunicación La Calòrica: Marta Fernández Martí
Sobretitulación: Julia Calzada
Jefe técnico: Jordi Llunell
Estudiantes en práctica: Andrés Galián (Xarxa de productores) y Leonardo Vicente (Institut del Teatre)
Construcción de escenografía: Carles Piera
Construcción de vestuario: Gustavo Adolfo Tarí
Construcción de luces de proscenio: Pere Sànchez
Construcción de los muñecos: Eudald Ferré
Prótesis: David Chapanoff
Diseño de cartel: Emilio Lorente
Fotografía: Sílvia Poch y Sergi Panizo
Tráiler: Raquel Barrera
Producción: Centro Dramático Nacional, La Calòrica y Teatre Lliure
Teatro Valle-Inclán, Madrid
Hasta el 20 de octubre de 2024