Escrita y dirigida por Lidia Guillem, y dentro de la VIII Muestra de Nueva Creación Escénica -IMPARABLES., Nave 73 acoge durante tres días (12,13 y 14 de septiembre), la pieza ‘Mudando la herencia’, una evocación poética y de cuidado perfil plástico en torno al legado de nuestros antepasados, la inesperada adquisición de una súbita conciencia personal de algo que hasta ahora habíamos minusvalorado -cuando no despreciado olímpicamente-, y la lógica asunción de responsabilidad para cuidar esa herencia y poder así trasmitirla a quienes nos sucedan.
Música, teatro físico y títeres se funden en esta pieza de marcado carácter poético surgida a partir del descubrimiento de unas 300 cartas de unos familiares fallecidos de la autora que han propiciado una comparación entre las vidas y las elecciones de su abuela, su madre y la misma Lidia Guillem.
En escena Marina Paredes, Nacho León, Nadal Bin y Elizabeth Sanjuán que, con pausados, contenidos y elegantes movimientos pasean por todo el escenario durante los 50 minutos de la pieza, a un títere, bailando, cantando y verbalizando ciertos recuerdos que surgen a partir de esas cartas que encierran recuerdos, secretos, sentimientos y sueños de los abuelos, de la madre y, por extensión, y aunque ni siquiera la autora lo sabía, de la propia Lidia.
Un montón de cajas de cartón, las típicas de las mudanzas, están repartidas por el escenario, apiladas, identificadas, como quién está a punto de dar un revolcón a su vida para emprender una nueva etapa.
La sencilla y lograda escenografía lleva la firma de Irma Vallés; la inspirada iluminación ha sido diseñada por Manuel Lostes; el milimétrico y cuidado sonido es de Benigno Moreno y el evocador vestuario es obra de Ayla Amat.
La herencia, que etimológicamente hace alusión a aquello que está unido, a lo que marca una existencia, a lo que condiciona la vida en función de las decisiones constantes que hay que tomar en las familias, por todo lo recibido (palabras, ritos, costumbres, valores…), no siempre es admitida. La rebeldía de la adolescencia y la juventud quiere cortar radicalmente con esa herencia sin caer en la cuenta de que es imposible sustraerse a la emoción de los recuerdos, los olores, las canciones, la historia, la complicidad o la forma de afrontar la vida que madres y abuelas han sabido tener.
Todo ese concepto transmite esta pieza, ‘Mudando la herencia’, no contando la historia de una forma lineal y ordenada, sino a través de retazos de evocaciones musicales, de palabras del ayer y del hoy, y del movimiento armónico de los cuerpos, conjuntamente creados por la compañía Mnemosine Producciones.
Interesante propuesta, perfectamente imbuida de ese afán de IMPARABLES en reunir (ya por octavo año consecutivo en Nave 73), algo de lo mejor de las jóvenes compañías de las artes escénicas madrileñas, que basan su quehacer en el rigor, la pasión por la escena, la innovación en los lenguajes utilizados y la creatividad.
Ficha técnica de ‘Mudando la herencia’
Dramaturgia y dirección de escena: Lidia Guillem
Elenco: Marina Paredes, Nacho León, Nadal Bin y Elizabeth Sanjuán
Producción: Mnemosine Producciones
Iluminación: Manuel Lostes
Escenografía: Irma Vallés
Diseño de sonido: Benigno Moreno
Vestuario: Ayla Amat
Ayudante de dirección: Miryam Diego
Diseño gráfico: Lidia Guillem
Fotografía: Miki Diaz
Prensa: Amanda H C – Proyecto Duas
Una obra de la compañía Mnemosine Producciones
Nave 73, Madrid
12,13 y 14 de septiembre de 2024