Después de ser imposible fichar al gran objetivo de este verano por parte del Barça, el extremo Nico Williams, parece que el club azulgrana se pone nuevas metas en el horizonte.
Antes de que se cierre el mercado oficial de fichajes, el equipo culé desea reforzar su plantilla ahora que parece que está casi confirmada la salida de Ilkay Gundogan al City.
Con la masa salarial aligerada y alguna ficha inscrita menos, parece que será posible contar con Dani Olmo, hasta ahora el gran fichaje azulgrana del año.
Nuevos objetivos
Pero el Barça quiere más y los nuevos objetivos serían Federico Chiesa y Rafael Leao, ambos jugadores de la liga italiana.
En el caso de Chiesa, el extremo de la Juventus se ha puesto a tiro de piedra y a precio muy bajo, calculándose en unos 15 millones de euros.
El club de Turín cuenta con el delantero de 26 años, pero sabedor de que acaba contrato en 2025 y que casi seguro no renovará, prefiere ingresar algo este verano para no quedarse a cero.
En cuanto al delantero portugués del AC Milan, Rafael Leao, es un viejo deseo de Joan Laporta, que lo quiere para el ataque blaugrana.
El coste del atacante luso de 25 años se tasa en unos 90 millones, pero el club catalán espera conseguirlo por un precio algo superior de 60, buscando un acuerdo especial.
Descartes
En cambio, se dan por descatados ya los fichajes del antes mencionado Nico Williams, además del uruguayo Luis Díaz, otro extremo izquierdo, jugador del Liverpool, que parece imposible de conseguir.
Otro que está a punto de salir, además de Gundogan, es el joven ariete brasileño Vitor Roque, que no ha cuajado en el equipo pese a llegar el pasado invierno con aires de gran promesa para el futuro y un coste de unos 60 millones. El Betis podría ser su destino final, después de descartarse la vía árabe.
Quien está también en la recta de salida es el central danés Andreas Christensen. El club lo desea vender por unos 25 millones de euros ahora que tiene mercado, y aunque contaba para el proyecto, se trataría de una operación únicamente motivada por necesidades económicas.
Sin embargo, el gran objetivo era la venta de Frenkie de Jong. El centrocampista neerlandés supone un gran coste para las arcas azulgrana -gana nos 37 millones al año-, pero no tiene apenas mercado -supuestamente el Manchester United sí estaba interesado- y está lesionado, lo que dificulta su venta en estos momentos.
Ahora mismo cunde el pesimismo en la afición culé, que ve que a fecha de hoy apenas se ha reforzado el equipo, con la llegada de un Dani Olmo que ni siquiera ha podido ser inscrito todavía y que no tendría más nuevos compañeros, salvo el ascenso al primer equipo de Pau Víctor, Héctor Fort o Casadó.
En cambio, se ha encontrado con los regresos de jugadores cedidos como Dest, Lenglet o Ansu Fati, que no tienen destino y suponen un alto coste para las delicadas finanzas del club.
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