Como parte de la actual celebración de sus primeros 45 años de giras -62 de banda (¡ojo ahí!)-, Status Quo llegó el sábado 15 a los conciertos de las Noches del Botánico en Madrid, transmitiendo incansable energía y recordándonos lo que es el más puro Rock & Roll. Las gradas y la pista abarrotada de antiguos quinceañeros, y algún que otro joven actual, rugían cuando se encendían las pantallas y focos 20 minutos antes de que estuviera programado el inicio. Una hora y media, escasa, en la que nos subimos todos al tren del “rasca rasca” sin parar, sin una baladita para descansar, todos electrificados por sus clásicos y no tan clásicos.
Empiezan con esa Carolina tan dulce, seguida de Rain y Little Lady. Los fans de las primeras filas no paran de corear y finalmente se dirigen a nosotros. Preguntándose si les entendemos algo de su inglés y pasando de introducciones de canciones ni de la formación, nos mandan responder a sus Hello!, Uooh! … en distintas escalas como si todos estuviéramos calentando la voz para seguirles el ritmo. Y es que, los de Francis Rossi ya no tienen nada que demostrar a sus 70 y tantos años y hacen lo que quieren y lo que más les gusta. Nos comenta que somos unos afortunados porque el día anterior se quedó sin voz de la cantidad de polen que tenemos por estos lares (quizás el calentamiento también era para él).
Rossi no deja a nadie indiferente y derrocha desparpajo, arrojo y tacos al más puro estilo ácido del British gentleman. Desde decir únicamente “Patatas bravas” en español en toda la noche, hasta despedir a los fotógrafos que desaparecían tras 6 canciones (Bye bye, photographers… Sure you got nice pictures for tomorrow). Pero la fanfarronería no hace más que animar a sus entregados fans. Llega el núcleo de la actuación con un medley que irrumpe con What You´re Proposing y termina con Again and Again.
Tras el un poco más relajado tema The Oriental (joyita más desconocida para los menos fans) y el In My Chair, llegamos a la recta final. La voz de Rossi, notablemente cansada, se toma un respiro en algunas partes de In the Army Now, cosa que aprovechamos para gritar más alto casi aullando como manada de lobos. Nada más lejos de un concierto de enloquecidos fans por ver a su banda, se ven conflictos entre espectadores subidos de alcohol y de años, dejando al personal del evento un poco descolocado.
Magnífico solo de guitarra
Pero esto no impide seguir disfrutando de Roll Over Lay Down y más Down Down, para dejarnos en un magnífico solo de guitarra que se marca Rossi preludio de su gran Whatever You Want que nos hace a todos saltar y asentir con la cabeza al unísono. Como colofón final nos hacen a todos bailar los acordes y ritmos rockabilly de Rockin´ All Over the World para despedirse por todo lo alto.
Poco hubo que pedir el “¡otra, otra! (encore, encore! Por si no les llegaba el español) y nos cerraron el conciertazo con Don´t Waste My Time demostrando una incansable e increíble energía de principio a fin. ¿Qué tendrán estos Old School rockeros? ¿Qué comen? ¿Me lo dan a mí por favor para llegar así a mis 70? Gracias, Status Quo, por una noche llena de vigor y fuerza de esas rocas que ruedan y ruedan y seguirán rodando.
Si (
No(
_669e6ce2cdaa6.jpg "Las 20 mejores canciones de Rubén Blades")
