El gerente de la discoteca murciana La Fonda Milagros, que sufrió un incendio el pasado 1 de octubre en el que murieron 13 personas, ha declarado ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia que la tragedia podría haberse evitado si la discoteca Teatre, sala contigua, les hubiera avisado del fuego.
El administrador de la sala, Daniel R., acompañado de sus abogados, Francisco Javier Verdú y Francisco Adán, ha lamentado que nadie les avisara del incendio, ya que, según él, "son cosas que sí se pueden evitar; con que nos hubieran avisado unos minutos antes, hubiéramos salvado 13 vidas".
Uno de sus letrados, Adán, ha recalcado que para llevar a cabo con éxito una evacuación de emergencia hubieran sido clave los casi 4 minutos que transcurrieron desde que empezó el fuego en la discoteca Teatre hasta que dieron la alarma en Fonda Milagros.
Mientras que el local Teatre tuvo un 1 y medio para evacuar, en cambio, la sala Fonda Milagros sólo tuvo 40 segundos.
Los informes periciales realizados por la Policía Judicial y los Bomberos han demostrado que el incendio se produjo por el mal uso de la máquina de fuego frío en la discoteca Teatre y que ésta se saltó el plan de emergencias al no avisar del fuego a Fonda Milagros.
El protocolo de emergencia de ambas salas establece "la obligación de avisar a todo el local y los locales colindantes".
Situación administrativa de las discotecas
En cuanto a la orden del cese de actividad desde 2022 por parte del Ayuntamiento de Murcia, Daniel R. ha manifestado que siempre supo que "todo estaba correcto y que el local tenía una licencia y un proyecto".
Adán ha señalado que su cliente pagaba un alquiler de 4.500 euros mensuales por el uso de la sala y su licencia.
Y que el receptor de este dinero era el dueño de la discoteca Teatre, Marco M., quien declaró la semana pasada y se describió como un simple intermediario. Mientras que los gastos de luz y agua se los cobraba la encargada de Teatre, Eva M., hermana del dueño de la sala.
El abogado ha estimado que el asunto de la falta de licencia es discutible, ya que la sala Teatre tenía una licencia de actividad desde el año 2008 y en 2019 obtuvo una solicitud de legalización para dividir la discoteca en 2. Por lo que podía continuar con su funcionamiento siempre que no supusiera un riesgo para la integridad, la vida o el medio ambiente.
Asimismo, ha asegurado que este plan estaba aprobado por un ingeniero, quien estableció 4 salidas de emergencia en Fonda Milagros: 2 en la entrada principal y las otras 2 en la pared que separaba las 2 naves. Sin embargo, estas 2 salidas quedaron destrozadas a causa del fuego.
Con respecto al suministro eléctrico, el gerente de la sala Fonda Milagros no tenía conocimiento de que ambos locales tenían un generador y que no contaban con ningún contrato para su uso.
Daniel R., ha sido el último, de 6 investigados, en testificar ante la jueza del caso. Para los próximos 20 de febrero y 1 de marzo la magistrada ha llamado a declarar a los perjudicados y testigos.