Con tres cuartos de entrada (17.918 espectadores,según la empresa), se lidió un encierro de Montealto, manejable en general, con 3º y 4º mejores y 2º inválido.
Jorge Martínez (saludos en los dos), que tomará la alternativa dentro de poco en Almería, demostró estar preparado para ello, pero no tuvo su tarde. Detalles con el temple que atesora ante el soso primero. En el otro, que humillaba, adoleció de falta de ligazón y demasiados enganchones.
Jorge Molina (saludos tras aviso; saludos tras aviso) sólo pudo mostrar voluntad en el inválido y deslucido segundo de la tarde, y aprovechó algo más el otro, un manso al que a base de ponerle la muleta en la cara y taparle la salida, logrando pases estimables y estando por encima de él.
A Sergio Rodríguez (saludos tras aviso; pitos tras aviso) se le notó que está menos placeado, aunque derrochó valor en el tercero con algunos pases aislados pero también enganchones. Se le puso cuesta arriba todo en el que cerró el festejo, que no humillaba y no consiguió acoplarse.