La preocupación ante una extensión de la crisis bancaria ha ido remitiendo con el paso de los días después de las actuaciones de las autoridades para contener el riesgo de una expansión. Tras las acciones de emergencia, ahora es el turno de los reguladores. Ayer la Secretaria del Tesoro norteamericano y anterior presidenta de la Fed, dijo que la regulación bancaria y las normas de supervisión deben ser reexaminadas a raíz de las quiebras del Silicon Valley Bank y del Signature Bank con el fin de garantizar el sistema bancario actual.
Yellen también pidió una regulación más estricta del creciente sector no bancario o “banca en la sombra” incluidos los hedge funds, las fintech y los criptoactivos que operan con un menor control. Añadió que deberían de volver a examinarse la reducción en 2018 de los requisitos de capital bancario y una supervisión más estricta para los bancos pequeños y medianos con activos inferiores a 250.000 millones de dólares. La Secretaria del Tesoro señaló que cada vez que un banco quiebra es motivo de grave preocupación. Añadió que los requisitos regulatorios en los últimos años se han relajado y que es apropiado evaluar el impacto de estas decisiones de desregularización y tomar las medidas necesarias.
Los comentarios de Yellen no contenían propuestas específicas. Reconoció que una regulación más estricta supone mayores costes y se debe tener cuidado para garantizar la operatividad y la competitividad de los bancos.