Cualquier declaración que estos días hacen responsables de la política monetaria del BCE y de la FED tiene una lectura inmediata en las reuniones que ambas instituciones celebran la próxima semana. Ayer, las declaraciones venían desde el BCE, y en concreto del presidente del Bundesbank y del gobernador del Banco de Irlanda. Ambos afirmaron que no les sorprendería que los tipos de interés sigan subiendo en el segundo trimestre, tras las dos subidas previstas para febrero y marzo.
El BCE se ha comprometido prácticamente a subir su tipo de interés oficial medio punto porcentual la semana que viene, pero las autoridades monetarias expresaron distintas preferencias para marzo, lo que sugiere que el debate está muy abierto pese a la orientación de un endurecimiento significativo de la política monetaria a un "ritmo constante". Un tercer responsable de política monetaria, en este caso el gobernador del Banco de Eslovenia, se ha unido a sus homólogos holandés y eslovaco al pedir de manera explícita una subida de tipos de 50 pb en marzo.
La presidenta del BCE también pareció respaldar este aumento esta semana. Otros responsables, como los gobernadores de los bancos centrales de Grecia e Italia, han pedido más cautela y medidas graduales, lo que ha llevado a los mercados a oscilar sus previsiones de subidas de tipos entre 25 y 50 pb.