No es ninguna broma: una vez que se ha conocido el fallecimiento de Benedicto XVI, justo para despedir el pasado año, el actual papa, Francisco, podría dar el mismo paso que su antecesor.
Si el alemán Joseph Ratzinger renunció al cargo por problemas de salud que consideraba incompatibles con el ejercicio de su puesto al frente de la Iglesia católica, el argentino Jorge Bergoglio podría seguir sus pasos.
No es un secreto que Francisco lleva tiempo quejándose en su entorno de su salud y ha cancelado algunos viajes oficiales por este motivo, sobre todo de tipo de movilidad.
En los últimos años, Francisco ha sido sometido a una operación del intestino, además de sufrir ciática y problemas en la rodilla. Su peso ha aumentado por falta de movilidad y en general se considera bastante desmejorado. Muchas veces ha tenido que utilizar silla de ruedas para desplazarse y teme que tenga que usarla en lo sucesivo de manera fija.
Considera que llegó al puesto porque era necesaria su colaboración en un periodo de transición, pero por su carácter, no tiene la intención de agarrarse al papado hasta que la muerte le alcance, o que su salud le impida ejercer su puesto como cree que debe, con interacción con los fieles y viajes papales o visitas pastorales.
Además, no es un secreto del todo que Francisco ya tiene redactada y entregada su renuncia en la Secretaria de Estado vaticana y que se haría efectiva en cuanto él lo desee o esté incapacitado por un problema médico.
Una más que posible renuncia
Las especulaciones pasan por que Francisco esperaba, sin mala intención alguna, el triste desenlace que se produjo la pasada semana, y que no hubiera 2 papas aún vivos mientras otro asumía el puesto. Hubiera sido una anomalía histórica demasiado llamativa. Una vez que Benedicto ha fallecido, el argentino podría considerar ya que ha concluido su etapa y preparar su salida a lo largo del año, quizás para renunciar a finales del mismo o ya en 2024, cuando mida la tensión interna entre los cardenales de la Iglesia. Y es que en estos años de papado no ha conseguido doblegar a los sectores más conservadores de la Curia.
Francisco espera irse con el Catolicismo en paz y con un posible sucesor ya prácticamente elegido, que facilite las votaciones y evite divisiones. El perfil está claro: más joven y con capacidad de aunar a las varias familias de la Iglesia, dando prioridad a América, Asia y África para no perder fieles en lugares que se consideran fundamentales para el futuro de la fe católica.
Los posibles sucesores
Desde hace tiempo que se especula con que Francisco está abogando por un candidato en concreto, el filipino Luis Antonio Gokim Tagle, de 62 años.
Su imagen pública es buena, la edad es la idónea y ofrece sonrisas y buenas caras para el futuro de Roma, evitando ser relacionada la Iglesia con una postura ortodoxa y propia de otra era. Tagle es presidente de Cáritas Internacional y su único 'pero' es que los sectores más conservadores no terminan de abrazar su estilo, a veces tachado de izquierdista.
Sin embargo, otro punto que juega a su favor es que su madre es china, y eso lleva a que un posible Papa con esos orígenes atraiga fieles de esa gran población
Otros posibles candidatos son el cardenal canadiense Marc Ouellet y el guineano Robert Sarah, ambos altos cargos del Vaticano.