La decisión por sorpresa del Banco de Japón de ampliar el rango de fluctuación de los bonos a 10 años, ha vuelto a centrar la atención en Japón y en otros bancos centrales de Asia. El gobernador del BoJ dijo en rueda de prensa que la medida tenía como objetivo eliminar las distorsiones en la forma de la curva de rendimiento. Añadió que “este cambio no es en absoluto una revisión que conduzca al abandono de la política monetaria de control de la curva de rendimiento o a una salida de la política expansiva”.
Además, el BoJ, que mantuvo los tipos invariados en el -0,1%, anunció que aumentaría las compras mensuales de bonos a 9 billones de yenes al mes, frente a los 7,3 billones de yenes anteriores. Por otro lado, ayer China mantuvo sin cambios por cuarto mes consecutivo el tipo de interés preferencial de préstamos a un año en el 3,65%, mientras que el tipo a cinco años lo mantuvo en el 4,30%. En las últimas semanas, varios funcionarios se comprometieron a garantizar suficiente liquidez en el mercado financiero e implementar políticas fiscales proactivas para apuntalar la economía el próximo año.
En Australia, el banco central publicó las actas de la reunión del 6 de diciembre en la que subió los tipos en 25pb, hasta el 3,10%, aunque sus miembros también sopesaron una subida de 50 pb o hacer una pausa. Las actas mostraron que decidió no hacer una pausa porque crearía incertidumbre, y señaló que ningún otro banco central había hecho una pausa aún.