Cuando no ha pasado ni una semana desde la reunión de la Reserva Federal, en la que se subieron los tipos de interés desde el 0,25% al 0,50%, ayer el presidente de la Fed dijo en una conferencia ante la Asociación Nacional de Economía Empresarial que el banco central debe actuar “rápidamente” para controlar la inflación y agregó que las subidas de tipos de interés podrían ser mayores de lo habitual si es necesario.
Añadió que, ante un mercado laboral muy fuerte y una inflación demasiado alta, “si en una reunión o reuniones concluimos que es apropiado actuar de manera más agresiva elevando los tipos de interés en más de 25 puntos básicos, lo haremos", y añadió que las reducciones del balance de la Fed podrían comenzar en mayo. Por otra parte, la presidenta del BCE dijo ayer los dos principales bancos centrales del mundo, la FED y el BCE, previsiblemente dejarán de estar sincronizados en el futuro ya que la guerra en Ucrania tiene efectos muy diferentes en sus economías y que, por razones geográficas, Europa está mucho más expuesta que Estados Unidos.
Lagarde dijo que la economía estadounidense depende menos que la europea de las importaciones de materias primas y que su comercio también se verá menos afectado, por lo que los dos bancos centrales tendrán que desincronizarse. Añadió que Europa deberá acelerar la ecologización de su economía para reducir su dependencia de la energía de Rusia, su mayor proveedor de gas natural. Esta transición será inflacionaria en el corto y mediano plazo, advirtió Lagarde, aunque el impacto a largo plazo de la transición pesará sobre los precios.