Son momentos muy tensos en la geopolítica internacional y por eso pocos entienden que el Gobierno haya elegido este momento para acordar con Marruecos el reconocimiento del Sáhara como autonomía dentro del Estado vecino.
Una decisión unilateral del ala socialista del Ejecutivo, de manos del presidente Pedro Sánchez, que ha enojado tanto a sus socios morados dentro del Gobierno como a la oposición.
Pero sobre todo a Argelia, el tercer país en discordia en este asunto, y que no ha sido consultado ni comunicado al respecto hasta enterarse del acuerdo ya cerrado.
Así que ahora muchos ya temen que Argelia tome represalias en las relaciones bilaterales e incluso se teme algún disgusto en el trato económico de venta de gas a través de los gaseoductos procedentes de este país.
Argelia, molesta
De momento, Argelia ha llamado a consultas a su embajador en Madrid con efecto "inmediato", un gesto habitual de los países cuando ha ocurrido un hecho molesto. Un primer paso antes de posiblemente romper relaciones o bien llegar a un acuerdo.
La realidad es que el Gobierno argelino se siente "muy sorprendido" por apoyar España el proyecto de autonomía de Marruecos para el Sáhara.
El Gobierno español, según fuentes citadas por TVE, sí que asegura haber informado "previamente" al Ejecutivo argelino y cree que seguirán las buenas relaciones porque ve a Argelia como "socio estratégico, prioritario y fiable" con el que mantener "una relación privilegiada".
Argelia ha sido durante años el primer suministrador de gas natural a España, ahora superado por EEUU, que trae el gas en barcos y que es más caro al tener que hacerle un tratamiento posterior a la materia prima y costear los transportes transoceánicos.
Los gaseoductos
Cuando en el pasado mes de agosto Marruecos y Argelia rompieron relaciones por el Sáhara, el segundo país cortó en octubre el suministro a uno de los gaseoductos que suministra esta materia a Europa, para dejar de beneficiar al país vecino, que se beneficiaba del paso de este gaseoducto por su territorio. Era el gasoducto Magreb-Europa (GME), cuyo contrato Argelia rescindió.
Entonces España celebró una cumbre con Argelia, donde se garantizó el suministro a nuestor país y fijándo a los norafricanos como "socios fiables" y prioritarios en materia energética. Veremos en qué queda esta nueva crisis sobre el Sáhara en plena guerra de Ucrania y la consecuente crisis en los precios energéticos a nivel mundial.