En España ya sabemos bien qué es aquello de 'hacerse un Ayuso'. Alfonso Fernández Mañueco lo repitió en Castilla y León y pronto lo hará Juanma Moreno en Andalucía. En realidad lo inventó Susana Díaz hace años, cuando quiso quitarse de encima a sus 'molestos' socios de gobierno de encima.
Pues bien, António Costa adelantó las elecciones portuguesas para gobernar en solitario, sin los partidos izquierdistas en los que se sostenía, y logrará así un tercer mandato además con mayoría absoluta, tras ganar en las urnas este domingo.
El Partido Socialista (PS) del actual primer ministro se llevó la victoria en las urnas con el 41,68% de los votos y 117 escaños, lo que supera los necesarios para lograr la mayoría absoluta.
Costa ha querido abrir la mano a otros partidos y asegura que buscará pactos puntuales porque cree que "una mayoría absoluta no es poder absoluto".
Pinchó al final en las urnas el conservador Partido Socialdemócrata (PSD) de Rui Rio, equivalente al PP, que en las últimas encuestas parecía que lograría un empate técnico frente a los socialistas. Sólo obtuvo al final el 27,8% de votos.
Resto de fuerzas políticas
Como gran novedad, la ultraderecha también triunfa en Portugal y el partido Chega, apoyado por Vox, se hace con el tercer puesto tras conseguir un 7,15% de votos.
Los socios izquierdiztas de Costa han sido los grandes perjudicados, lo cual era la intención del adelanto electoral del primer ministro, claro está. Bloque de Esquerda se quedó con un modesto 4,46% de los votos, cuando en 2019 fue la tercera fuerza. El Partido Comunista, que ha concurrido en una lista conjunta llamada 'Coalición Democrática Unitaria', se quedó con el 4,39%.
Ambos han sido superados por el equivalente a Ciudadanos en España, el partido Iniciativa Liberal, que obtuvo un 4,98% de los apoyos.
En cuanto a la participación, ha sido baja, del 57%, pero superior a la de las anteriores elecciones, cuando apenas llegó al 51%.