El Gobernador del Banco de Francia dijo ayer en el “Davos virtual" del Foro Económico Mundial, que la política del BCE se centrará en garantizar que la inflación disminuya pronto y se estabilice en torno a su objetivo del 2%, frente al 5% de diciembre en la zona euro. Añadió que el BCE mantendrá sus opciones abiertas sobre sus próximos movimientos de política monetaria y la evolución de la inflación será clave para determinar la velocidad con la que actuará el banco.
Las expectativas de los mercados es que la inflación de la zona euro seguirá subiendo a lo largo de 2022 más de lo esperado hace un mes, lo que podría presionar al Banco Central Europeo para endurecer la política una vez que pase la ola Ómicron de la pandemia. Por otro lado, el Gobernador del Banco de Inglaterra dijo ayer que le preocupaba que las presiones inflacionarias pudieran durar más de lo pronosticado anteriormente, citando el aumento de los costes de la energía y las señales de que las presiones de los costes están alimentando las demandas salariales.
En el Reino Unido la inflación en diciembre alcanzó su nivel más alto en casi 30 años, alcanzando el 5,4% en diciembre desde el 5,1% de noviembre. El Gobernador dijo a los legisladores que el BoE haría todo lo posible para aliviar la presión sobre los hogares, pero advirtió que había varios factores que significaban que las presiones de los precios podrían ser menos transitorias de lo que se suponía en un principio. Los mercados de futuros muestran una probabilidad de más del 90% de que el BoE subirá los tipos de interés el 3 de febrero.