Las reuniones de bancos centrales que esta semana se han celebrado se han dejado sentir en todos los mercados. Ayer, la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense avanzaba después de que la Reserva Federal abriera la puerta a subir los tipos de interés el próximo año, un posible movimiento que también mostró ayer el Banco de Inglaterra y que confirmó el Banco Central de Noruega. El Banco de Inglaterra dijo que los argumentos a favor de tipos más altos parecían haberse fortalecido, lo que llevó a los futuros de tipos de interés a cotizar con un 90% de probabilidad de que el banco central británico aumentará los tipos de interés en febrero. El banco señaló que había revisado a la baja sus expectativas sobre el nivel del PIB en el tercer trimestre. Sin embargo, dijo que la inflación, que alcanzó un máximo de nueve años del 3,2% el mes pasado, subiría "temporalmente" por encima del 4% en el último trimestre del año.
Por su parte, el
Banco Central de Noruega elevó su tipo de interés de referencia a 0,25% desde cero y espera subirlo nuevamente en diciembre, argumentando que una fuerte recuperación en la economía del país ha propiciado que haya llegado ya la hora de comenzar la normalización gradual de la política monetaria. Mientras, fuentes dentro de la institución monetaria europea apuntan que las autoridades del
BCE se están preparando para que la inflación supere las estimaciones del organismo, allanando así el camino para poner fin a sus compras de bonos de emergencia en marzo.