Las tres actrices que encarnan a Eva, en sus diversas etapas de crecimiento, son Aina Balasch, Ariadna de Vilar y Núria Mercader. La inocencia, la rebeldía contenida a duras penas y la primera etapa de acercamiento a cierta madurez, cuando Eva alcanza los 22 años, son los tres periodos que se retratan en escena sobre el desarrollo de la niña que muy pronto se convertirá en adolescente y conocerá el deseo, la revolución hormonal de su cuerpo y que más tarde padecerá el abuso por parte de tres jóvenes que se creen con derecho a tocamientos a cualquiera que tenga curvas armoniosas y, más aún, si se mueven al compás de una música frenética y excitante en cualquier discoteca.
Sarah Lena se ha inspirado en la pintura de Klimt y Sorolla, en la escultura de Louise Bourgeois y en El extranjero, de Camus, de donde la directora del montaje ha cogido las primeras palabras del mismo: "Mamá se está muriendo. Tiene cáncer de pecho, o tal vez de pulmón… ahora no lo recuerdo". En una escenografía en la que domina un arcón en el centro y rodeada de decenas de peluches de todas las formas y colores, indispensables compañeros de noche de la niña y de la adolescente, que se aferra a ellos en las duras noches de soledad, de recuerdos no vividos, y de anhelos frustrados. Más aún con la presencia de una madre a la que unas veces se ama por encima de todo, y otras se le aborrece porque representa el límite, la medida, la norma.
Durante una hora y cuarto, aproximadamente, Eva (las tres ·Evas…) transitan entre la risa y el llanto; los agradecimientos y los reproches; los falsos amores y los deseos del cuerpo; la construcción del yo en medio de la intimidad de la habitación, o entre las luces y los sonidos de los últimos éxitos del momento en los programas musicales de la FM; por ese afán de singularizarse, de atraer todas las miradas de ellos y las envidias de ellas; por ser la única chica del mundo que se parece a sí misma; por soportar sin buscarlo el falso derecho de los impresentables machitos a usar y abusar de lo que no es de nadie y, en última instancia, y en un periodo mucho más acelerado de lo que debiera, el enfrentamiento a la otra cara de la vida, que es la muerte de 'Mamá', como única forma de poner las cosas en su sitio, de valorar lo que realmente importa en esta vida…
El proyecto de Sarah Lena es extremadamente ambicioso y muy difícil de concentrar en poco más de sesenta minutos en donde las emociones, la intensidad y el estremecimiento debieran alcanzar cotas más altas e intensas para hacer de esta 'Mamá' uno de esos espectáculos que dejan mella en el espectador.
Si los idus favorecen la suerte del espectáculo, y las representaciones siguen aquí o allá, dentro o fuera de Madrid, es muy posible que dentro de unos meses 'Mamá' crezca hasta el punto de conseguirlo. Todo en la vida es cuestión de trabajo, voluntad y perseverancia, y más aún cuando, de partida, ya se cuenta con el genio.
'Mamá'
Dramaturgia y dirección: Sarah Lena, con la colaboración de Laura Rossich
Intérpretes: Aina Balasch, Ariadna de Vilar y Núria Mercader
Composición musical: Sarah Lena
Fotografía: Valentín Moulias
Comunicación: María Díaz
Teatro Lara, Madrid
Hasta el 1 de mayo de 2018