Las elecciones del 21-D han dejado patente la división entre la población catalana. El bloque independentista -Junts per Catalunya, ERC y la CUP- alcanzaron el 47,58% de los votos frente al 50,84% de los no independentistas del llamado bloque constitucionalista (Ciutadans, PSC y PPC) más los comunes. Sin embargo, el reparto ideológico en el mapa está claramente concentrado: zonas rurales e interiores independentistas, frente las grandes ciudades de la costa que escapan a su control.
Esta realidad sociológica es la que ha servido a la plataforma Barcelona is not Catalonia para tratar de impulsar con mucha ironía la formación de una nueva comunidad autónoma -aspiraciones similares a las del Valle de Aran- que ha protagonizado el debate en las redes sociales con su pretendida denominación: Tabarnia.
Tabarnia, un neologismo formado a partir de Tarragona y Barcelona, correspondería a la región imaginaria donde los no independentistas fueron mayoritariamente votados en las pasadas elecciones. Es decir, integraría: el Tarragonès, el Baix y el Alt Penedès, Garraf, Baix Llobregat, Barcelonès, Vallès Oriental y Occidental, y el Maresme.
En un claro paralelismo con el mantra usado hasta la saciedad por los secesionistas del 'España nos roba', en este caso, la plataforma por la autonomía de Barcelona reclama a la Generalitat un trato fiscal justo. "Cataluña nos expolia. Barcelona aporta a Cataluña un 28% más de lo que recibe", sostienen como presentación en su cuenta oficial de Twitter.
Al margen de su nombre, habrían escogido ya su bandera para hacer frente a la senyera -una simbiosis de las actuales enseñas de Tarragona y Barcelona-; especifican que los gentilicios serían tabarnés o tabarnesa y reclaman su propio referéndum del 'Tabarnexit' negociado.
La ficticia propuesta ha convertido a Tabarnia en Trending Topic avivando el debate en Twitter: