Los estibadores irán finalmente a la huelga el lunes, miércoles y viernes de la próxima semana tras romperse las negociaciones entre el sector y la patronal Anesco.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, cree que su departamento ya ha hecho "todo lo que tenía que hacer" y que ahora la responsabilidad está en que sindicatos y empresarios alcancen un acuerdo. En estos momentos, dijo, "no tiene ningún sentido" que intervenga "otro agente u otro actor distinto". De la Serna manifestó su "preocupación" por el impacto que tendrá en la economía la huelga, cuyo efecto "se extenderá más allá de la duración del conflicto".
El líder de la Coordinadora estatal de Trabajadores del Mar, Antolín Goya, dijo que "con una posición tan radical de la patronal, lo normal es que esto acabe en conflicto". Goya denunció que los estibadores se sentían "engañados y maltratados" por la patronal, que había retirado su propuesta de estudiar la subrogación de la totalidad de la plantilla de más de 6.100 empleados inscritos en las Sagrep.
La patronal pidió 15 días para analizar las necesidades de cada puerto antes de comprometerse a garantizar los empleos de los estibadores. Tras la ruptura de las negociaciones, remitió un comunicado al Ministerio de Fomento para que "adopte las medidas pertinentes" para solucionar el conflicto ya que las empresas "se encuentran totalmente desamparadas".