Sin medias tintas en lo que se refiere al programa para esas primarias del mes de mayo, afirmó sentirse con fuerzas en su pretensión de cambiar a un partido en el que lleva militando más de tres décadas, con cargos tan importantes como lehendakari -el primer y único socialista- y presidente del Congreso en la pasada y fallida legislatura, y algunas de cuyas medidas y situaciones no le han gustado, aunque, en un ataque a Pedro Sánchez (a buen entendedor...), dejó claro que siempre se sometió "por disciplina y cultura de partido" a las decisiones tomadas por la mayoría de sus mandatarios, cuyo legado asumió.
Como es lógico, tras dejar claro que también siente capacitado para esta "reconsititución" del PSOE, lanzó muchas de sus ideas desde lo que es, o debe ser, la socialdemocracia, sin atacar a nadie ni echar la vista atrás con críticas. Es más, incluso valorando de forma muy positiva "la buena labor" que está desarrollando la gestora de Javier Fernández -aunque confía en su neutralidad ante las primarias- que dirige al partido desde hace cuatro meses, pretende dar un giro importante, casi un vuelco total, en muchas de las políticas socialistas.
No a la investidura
De ahí su frase de que no puede ser el PSOE "el analgésico político de la derecha", como aconteció con la abstención para facilitar la investidura de Rajoy. Aunque no por ello, siempre en caso de victoria en las primarias -en las que insistió no se ve ni como tercera vía ni como rival o asociado a las posibles canddiaturas de Pedro Sánchez y Susana Díaz-, va a dejar de negociar con el PP lo que entiende como políticas de Estado, que, por cierto, comentó "cuando ellos están en la oposición nunca ven ni apoyan esas políticas de Estado del PSOE".
Pero esos posibles y mínimos pactos no afectarán a medidas tan radicales y de izquierdas como derogar la reforma laboral que perjudica a los trabajadores con una especie de "capitalismo salvaje" que impuso la mayoría absoluta de Mariano Rajoy: "Es mejor derogarla íntegramente que poner parches". Y también buscar una fiscalidad mejor que la actual, que carga los sacrificios más en una parte que en otra, aludiendo a las recientes palabras del ministro Montoro sobre los recortes para este 2017, "que en todo caso deben soportarse con proporcionalidad".
Dirección colegiada
Otra de las novedades que, tanto en su breve discurso como en las respuestas a los periodistas presentes, adelantó fue su idea de que no toda la responsabilidad en la dirección del partido recaiga en el secretario general, sino que lo haga en una especie de “dirección colectiva” -en la que podría entrar todo el mundo, incluido, caso de aceptarlo, su teórico rival en las primarias, Pedro Sánchez- en la que éste trabaje con otros responsables del PSOE que "coordinen propuestas”.
No podían faltar las referencias a la diferencias interna en el PSOE respecto a las comunidades autónomas e incluso al fedferalismo, aunque negó que el partido está dividido, ya que en su opinión, los socialistas entienden España "no solo como un mapa sino como espacio de un gran pacto de ciudadanos con pensamientos diversos y plurales".
Federalismo y PSC
Una razón por lo que, según advirtió, nunca jugarán a enfrentamiento entre territorios e identidades, porque de lo que se trata es de que "hay que sumar". Cerrando el tema con esta frase: "Defendemos un modelo federal que entiende este país como un lugar diverso y plural". En tal aspecto, dijo, se impone mejorar definitivamente las relaciones entre PSOE y PSC, ya que no entiendei "al uno sin el otro".
La presentación oficial de su candidatura a esas primarias que, según acordó este sábado el comité federal del partido -en las que López comunicó su decisión de presentarse a las mismas a muchos de los asistentes- se celebrarán en el mes de mayo, sirvió tambien para que el ya primer y por el momento único aspirante oficial anunciara que su primer acto va a ser en su Portugalete natal.