Las situaciones que generan presión y en las que nos sentimos evaluados causan sensaciones negativas como estrés o inseguridad según afirman desde el Instituto de Psicología y Desarrollo Personal PSICODE. Estas sensaciones ralentizan los procesos cognitivos, por lo que nuestra atención o memoria se ven mermadas.
En las pruebas de septiembre, nuestras capacidades se ven aún más perjudicadas. La presión es mayor, ya que nos enfrentamos a nuestra segunda oportunidad, una especia de todo o nada. Por ello, queremos daros algunas claves para afrontar con mejor humor y resultados esta dura prueba de fuego.
Organización y objetivos alcanzables
Fernando Vargas, director de Proyectos y Coach en la Escuela Europea de Coaching asegura que es esencial la planificación de un horario y calendario que establezca horas y días de estudio y marquemos otros para el descanso. Además, deberemos marcar unos objetivos a corto plazo y que sean fácilmente alcanzables.
Es muy importante que el propio estudiante escoja los momentos del día en los que quiere estudiar. Si existe una organización personalizada y elegida por uno mismo, el momento de estudio se convierte en un compromiso personal, que no viene impuesto desde fuera, y por tanto, que obtendrá mejores resultados.
A medida que la jornada avanza, aparece la fatiga mental. Por tanto, es importante y aconsejable comenzar por las materias más duras o tareas más complicadas. Así, cuando el cansancio incite con fuerza al cerebro, que aún sigue pensando en la arena y el mar, le dejaremos que disfrute de la motivación de aprender algo más sencillo. Y efectivamente ocurre, sirviendo "de motivador para las primeras".
Importante también es acostumbrar a nuestra cabeza a concentrarse siempre en el mismo lugar de estudio con la luz y recursos adecuados.
Alimentación y sueño
¿Habéis llegado a algún examen sintiendo que no os acordáis de nada o habiendo olvidado algunos conceptos que creíais saber?. Posiblemente se deba a una falta de sueño y de glucosa. Los alimentos que contienen glucosa facilitan los procesos cognitivos (memoria, recepción...), por lo que es recomendable consumir algún alimento que la contenga durante el estudio como pueden ser los cereales, los lácteos o incluso los frutos secos. Por supuesto, un desayuno fuerte y variado antes de afrontar la prueba, es esencial.
El mito del café
No existe un cliché más generalizado en la vida de un estudiante. Pero caemos en un error garrafal cuando abusamos de esta bebida 'amiga'. El consumo excesivo de café provoca que nuestro cuerpo y mente descanse mucho menos, como asegura el presidente de APEGA; así, la capacidad de almacenar conocimientos se ve mermada y la recuperación posterior es más dificultosa.
Quiérete y prémiate
Cuando cumplas un objetivo marcado, por pequeño que sea, date un pequeño capricho. El que sea. Esto ayudará a estimular el proceso de estudio y a querer afrontar el siguiente desafío con muchas más ganas.
Si fallamos en nuestra meta, será mejor que no nos premiemos. Así aprenderemos nosotros mismos a gestionar nuestros éxitos y nuestros fallos.
Es importante convertir esta etapa en una lucha personal. Si poco a poco vamos consiguiendo lo que nos proponemos, cada día será más sencillo.