Dos hermanas, María José y Ana Belén, viven en las Camachas, un pequeño pueblo manchego. De edad muy parecida tienen, sin embargo, una concepción muy distinta de la vida, del pueblo, de la familia… Marcadas por el abandono de su padre, siendo aún casi unas niñas, viven con su madre de la que -cada una de ellas, a su modo- están hartas. Un día, Ana Belén da un portazo y, sin despedirse, se va a Madrid. Tiene solo 22 años. Este es el comienzo de ‘¿Qué sabes tú de mis tristezas?’, un hermoso texto de Roy Galán, que han dirigido al alimón Pedro Ayose y Paula Amor, y que interpretan dos estupendas actrices en un emocionante frente a frente: Ana Rujas (una sencilla, torturada e independiente AnaBelén) y Ariadne Serrano (la tímida, corta y cariñosa MaríaJosé).
La acción sucede en un mismo tiempo, aunque en dos espacios distintos y simultáneos.Ana Belén habla desde Madrid, la ciudad que la ha acogido y que le ha hecho vivir “peligrosamente”, y María José desde el pueblo, en la casa de su madre, que está a punto de abandonar porque va a casarse. El diseño de la escenografía reúne a las dos hermanas en esos dos espacios distintos, que están unidos por un camastro, situado en medio del escenario, y una silla a cada lado con una mesita y una lámpara en los dos extremos que se encenderá alternativamente cada vez que las protagonistas hablan para sí mismas, pero pensando en su vida pasada, presente y futura.
Ana Belén, que tenía facultades claras de pintora, ha tenido que renunciar a su vocación porque inopinadamente ha venido Amapola, -fruto de su relación con Manuel- su pequeña (los hijos, claro, son siempre una inyección de realismo brutal) y trabaja de camarera en un bar de Lavapiés: “Todos cargamos un pasado que nos cuesta”, dice. Su hermana María José trabaja en una tienda de animales en el pueblo. Es “la rara”, una chica mucho más apocada, mucho más sumisa y resignada que Ana Belén, y que, finalmente, y en contra de lo que ella misma había llegado a creerse, ahora va a casarse con Juan. Su hermana, sin embargo, ni se casó, ni quiere casarse tampoco ahora. Emigró a la ciudad porque no aguantaba la presión de su madre, ni la del pueblo, ni la de su casa…
Después de 5 años sin saber nada de su hermana, Ana Belén vuelve al pueblo, a la misma habitación, con el mismo olor a paja mojada, y el encuentro con su madre es todo lo frío que cabía suponer... El reencuentro con su hermana, sin embargo, es otra cosa: ha sido posible gracias a un programa de televisión (tan hilarante como emocionante la escena del encuentro en el plató), de esos que buscan imposibles y, convenientemente escenificados, propician reconciliaciones entre viejos amantes, familiares desaparecidos y amigos de la infancia de los que nunca se ha vuelto a saber nada.
Una pieza corta (unos cincuenta minutos) pero intensa, estupendamente construida y que la dirección ha sabido ensamblar para que las dos actrices que levantan la obra sean capaces de encandilar, emocionar y hacer vibrar a los espectadores de La Pensión de las Pulgas, que viven sus amarguras, sus sueños, sus frustraciones y sus tristezas y alegrías al alcance de la mano. Muy interesante.
‘¿Qué sabes tú de mis tristezas?’
Inspirada en textos deRoy Galán
Directores: Pedro Ayose y Paula Amor
Intérpretes: Ana Rujas y Ariadne Serrano
Espacio sonoro: Antonio Martín
La Pensión de las Pulgas, Madrid
Hasta el 3 de julio