- ¿Cómo definiría a 'su' Roca Rey, que tantas alegrías le está dando?
-Tiene tres cosas fundamentales: personalidad, inteligencia y valor.
-Además las figuras aceptan medirse con él, algo no habitual…
-De siempre a las figuras del toreo les ha estimulado alternar con los jóvenes valores que arrean, aunque a veces al principio cuesta que entren en los carteles. Además, ahora estamos en un momento especial, difícil y eso influye para añadir variedad a los carteles.
-Volviendo a su valor, ¿pasa usted miedo en el callejón?
-La verdad es que sí. Lo normal es que a un torero tengas que decirle: “¡arrímate!”, y a éste hay que frenarle. Pero por otra parte, el valor es un ingrediente fundamental para ser figura del toreo.
-Siempre descubriendo nuevos valores, aunque luego alguno se le van cuando ya están funcionando. ¿No desanima que ocurra eso?
-Es humano que te lleves una decepción cuando un torero que has “descubierto” se lo lleva alguien “más listo”, o una casa grande. Pero luego te vienes arriba. Mi visión romántica del toreo y amor a la Fiesta pueden con todo (sonríe).
-Ya no apodera a Serafín Marín y Luis Miguel Castrillón?
-Con Serafín decidimos dejarlo de mutuo acuerdo en Agosto, por diferencias de criterio. En cuanto a Castrillón, ya no le apodero pero le sigo. En Colombia tuvo tres tardes brillantes y creo que tiene un gran porvenir.
-También apoderó a un valor en alza, ahora en las filas de los subalternos: Iván García, triunfador también en Fallas.
-Es una satisfacción porque se trata de un gran torero, y al mismo tiempo buena persona. Me honro en contar con su amistad. Y cuando no actúa con su jefe de filas Iván Fandiño ha toreado con Roca Rey, como en Castellón y Valencia.
-¿Cómo valora el movimiento antitaurino?
-Hay mucha confusión al respecto. Los antitaurinos están auspiciados por los políticos. Y algunos de ellos son incluso taurinos. Si además de financiarles les dan un bocadillo, el viaje en autocar y algún regalo, ¡claro que se apuntan a las manifestaciones contra los toros!.
-Pero ¿corre peligro la Fiesta?
-Mientras haya madres que paran a chavales que le den pases al aire con un trapo, no acabará. Es un sentimiento que se transmite a través de generaciones.
-¿Se siente reconocido como figura del toreo?
-Me siento reconocido por los taurinos y por los aficionados. Cuando te encuentras con uno que te dice: “yo a usted le ví en tal sitio y me encantó su faena”… eso vale por todo.
-¿Ha pensado alguna vez estando en activo y saliendo del hotel, que quizá no volvería?
-En una época de mi vida taurina, cuando estaba en lo alto sí. Pero hablé con una persona muy especial y desde entonces no volví a pensar en esas cosas. Creo que todo tenemos una fecha marcada para desaparecer de esta vida. Y yo nunca he pensado que fuera a ser delante de un toro…
-¿Sigue toreando, aunque sea en el campo?. Se conserva muy bien…
-Porque me cuido y hago vida sana. Pero no pienso volver a los ruedos. Lo decidí en el 2.000. Ni siquiera toreo en el campo, porque le estaría robando unos pases que puede pegar un chaval que empiece.
-El que es valiente en el ruedo delante de un toro, ¿tiene que serlo necesariamente en la calle?
-No, en la plaza hay que intentar ser el mejor. Pero ya de paisano debes ser una persona sencilla y accesible a la gente, al aficionado.
-¿Cual es ahora su principal ilusión?
-Que el torero que llevo, Andrés Roca Rey, cuaje como lo que debe ser: una figura del toreo.
-¿Cuántas tardes prevée que toree?
-Es pronto para decirlo, pero el teléfono no para de sonar.