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A pesar de ello se retirarán todas las tierras colindantes durante 2007

El Ciemat asegura que la fuga radiactiva de 1970 no ha afectado aguas subterráneas de Madrid

martes 26 de diciembre de 2006, 16:34h
La fuga de líquidos radiactivos que se produjo en 1970 en las instalaciones del Ciemat, en Madrid, no ha llegado a afectar a las aguas subterráneas de la zona, de la que, no obstante, se retirarán todas las tierras colindantes a partir de la primavera de 2007.
El director de Seguridad y Mejora de Instalaciones del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), José Luis Díaz Díaz, explicó este martes que la fuga de cesio y estroncio de hace 36 años, cuando en el Ciemat tenía activo un reactor nuclear experimental, contaminó "en los primeros momentos" el Manzanares y que llegaron a detectarse trazas de ella en Portugal.

"Todas las cañerías y conducciones que circulan del centro al exterior fueron muy descontaminadas, y no hubo repercusión salvo en los primeros momentos. La fuga no era importante y en esas cañerías no hay contaminación residual alguna", afirmó Díaz. La zona afectada es de unos 10 metros cuadrados, y la cala en la que se trabaja es a 1.5 metros de profundidad.

En el marco del Plan de Integral de Mejora de las Instalaciones del CIEMAT (PIMIC), iniciado en 2000, hay un plan hidrogeológico en marcha que concluirá en 2007. "Es muy laborioso y en él trabajan prestigiosos geólogos. En el pozo que hay más al suroeste, en la zona más alejada, no hay contaminante alguno, aunque el proceso sigue y se siguen haciendo sondeos", según Díaz, que reiteró que no existe "ningún indicio de contaminación en el agua".

A partir de primavera, se procederá a la retirada de todas las tierras de esa zona, unos trabajos que autorizaron en julio de 2005 el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y el Ministerio de Industria y que no comenzarán hasta entonces debido a que los trabajos preparatorios "son muy complicados y laboriosos".

Las condiciones de los trabajos son "muy rigurosas y precisas y están pensadas para evitar que haya ninguna repercusión ni para el público ni para los trabajadores". Todo ello hace que se encarezca "mucho el proyecto", en el que se van a invertir un total de 36 millones de euros.

Acerca de la denuncia que unos trabajadores del CIEMAT han planteado contra el centro por la contaminación radiactiva y su gestión, Díaz indicó que está sub iudice y que todavía la Justicia no ha determinado si admite o no la querella a trámite.

Además, el pasado mes de febrero, los operarios que llevan a cabo los trabajos del PIMIC encontraron restos de plutonio, americio y radio 226 enterrados bajo su campo de fútbol, a unos 2 metros bajo tierra, un recinto deportivo al que se permitía el acceso del público. El plutonio y el americio sólo se producen artificialmente, por reacción nuclear, mientras que el radio 226 podría provenir de muestras de minería que se hubieran analizado en el centro.

La única ocasión en la que se han encontrado en España trazas de plutonio y americio en el suelo o subsuelo ha sido en los terrenos en los que cayeron las bombas nucleares del pueblo almeriense de Palomares.

El CIEMAT -creado en 1951 con el nombre de Junta de Energía Nuclear (JEN)- está procediendo al desmantelamiento total de la instalación, que ocupa unas 20 hectáreas de la Ciudad Universitaria.
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