Antes del inicio del acto, el líder del partido español Podemos, Pablo Iglesias, afirmó que apoya a Syriza porque representa el "futuro" y permite imaginar "una Europa más justa" frente a los "poderes financieros".
Iglesias, cuya intervención precedió a la de Tsipras, aseguró que su presencia en Atenas persigue acompañar "a un amigo", ya que, dijo, "la amistad se demuestra en momentos difíciles".
Recalcó que el líder de Syriza luchó "como un león" durante sus complicadas negociaciones con los acreedores del país, a los que calificó de "buitres", y que los griegos "no van a querer volver al pasado, no van a volver a asumir que haya que tener posturas serviles y arrodillarse ante Alemania".
Además de Iglesias acudieron al acto otros dirigentes europeos como el jefe del grupo parlamentario del partido alemán Die Linke, Gregor Gysi, y el secretario general del Partido Comunista francés, Pierre Laurent, y la eurodiputada alemana de los Verdes, Ska Keller.
Tsipras apareció ante una abarrotada plaza de Syntagma, en un enorme escenario revestido de color rojo y ante un público cargado con banderas nacionales y del partido.
Al final de su intervención, recibió en el estrado a Iglesias, Keller, Gysi y Laurent, con los que se fundió en un abrazo al ritmo de los acordes de "Bella Ciao", el himno que siempre acompaña a los actos de Syriza.
Sin embargo, el ambiente en Syntagma distó mucho de la emoción que inundó este mismo enclave en el último mitin que el ex primer ministro dio días antes del referéndum del 5 de julio.
Muchos de los que en esta ocasión apoyarán a los izquierdistas consideran que Syriza merece "una segunda oportunidad" para poder aplicar sus políticas.
Es el caso de Regina, una funcionaria que considera que Syriza, en sus siete meses de Gobierno, no ha tenido tiempo para "restablecer el bien común y la justicia social".
"Hasta ahora el Gobierno estaba negociando sin cese. Lo hizo lo mejor que pudo, los años anteriores fueron muy difíciles, y Grecia se había visto obligada a fijar compromisos enormes", afirma en declaraciones a Efe.
En su opinión, el mayor logro de Tsipras es haber logrado mantener a Grecia dentro del euro.
Spyros, pensionista, cree que los izquierdistas son la mejor elección porque tienen un plan para lograr sacar al país de la crisis "poco a poco", frente a otros partidos, como Unidad Popular -formación nacida de la escisión de Syriza-, que defienden propuestas poco realistas.
"Creo que tendrá la ocasión de gobernar como quiere", asegura Dora, que minutos antes del inicio del discurso ya estaba en la plaza para lograr un buen sitio.
Para esta ciudadana griega, Syriza "puede gestionar la situación mejor que los anteriores gobiernos, tiene la visión y creo que lo intentará".
"Apoyamos a Tsipras porque lucha contra los intereses y va a reorganizar el país, ofrecer posibilidades a los jóvenes, negociar la deuda y proteger nuestro patrimonio", dice Kyriakos.