A eso del mediodía ya no habrá vuelta atrás. En Madrid, como en media España, muchos podrán volver a respirar y las lágrimas, como es habitual, correrán a raudales. Pero primero están las votaciones para elegir alcalde en las que todo el mundo se mirará de reojo. Algunas alianzas son tan precarias que puede pasar cualquier cosa, los resultados tan ajustados que un simple error puede ser fatal. Y todavía quedan por delante los gobiernos autonómicos.
El absurdo se vivirá de nuevo en Madrid si finalmente los concejales de Ahora Madrid y PSOE muestran su papeleta antes de introducirla en el sobre. Porque se supone que el voto es secreto… Es el síndrome del ‘tamayazo’.
El último clavo ardiendo al que se aferra el PP es el ayuntamiento de Vitoria, una pérdida más que dolorosa con la que seguramente no contaba. Gracias al apoyo ‘desinteresado’ de Bildu, la alianza del PSOE y el PNV se hace con un alcaldía emblemática, una excusa perfecta para que los populares se tiren a degüello contra Pedro Sánchez recordándole aquello de que nunca pactaría ni con los populares ni con los abertzales.
La coartada de Sánchez es que no hay tal acuerdo sobre el papel, sino sólo el “compromiso público” de los dirigentes de Bildu de apoyar a su candidato, Gorka Urtaran, como insisten desde el PNV. De una forma u otra, lo cierto es que sin sus votos sería casi imposible arrebatar el bastón de alcalde al PP. Es el “frente de la vergüenza” en palabras del ministro Alfonso Alonso, ex regidor de la ciudad.
El secretario general del PSOE tiene ya desde hoy la vista puesta en las Generales de fin de año, convencido de que va a ganar. Es más, los socialistas también ganarán en Portugal según ha asegurado este viernes en Budapest a sus colegas del Partido Socialista Europeo.
Durante su intervención, el líder del PSOE ha asegurado que los socialistas ganarán "en España y Portugal" y liderarán "el nuevo cambio" también para Europa. En este sentido, el secretario general de los socialistas ha sacado pecho de los resultados municipales y autonómicos logrados el pasado 24 de mayo. El partido, ha dicho, "ha recuperado poder territorial, pero sobre todo la confianza de los ciudadanos".
Sánchez, por cierto, encabeza la delegación del PSOE en el Congreso de los socialistas europeos para defender la candidatura de Enrique Barón para presidir el PES. Es decir, no ha ido a hacer turismo.
En las últimas horas del viernes se fueron despejando algunas incógnitas, ya pocas, como la decisión del PSC de apoyar a Ada Colau en Barcelona tras el desastre, más bien catástrofe, de Jaume Collboni. En decenas de localidades por toda España, Ciudadanos repartía juego con el PP de aparente ganador a expensas de las cifras definitivas. Hay muchos ojos sobre el partido de Albert Rivera para saber si pacta más con unos o con otros, si el toma y daca de Andalucía y Madrid es real o sólo el escaparate de su “centralidad”.
En Gijón y Oviedo, las ‘bases’ de las candidaturas de ‘unidad popular’ demostraban con su negativa a pactar con el PSOE aunque implique un alcalde del PP que este sábado nace una nueva forma de hacer política. Y de paso que Pedro Sánchez lo tiene aún muy difícil para cumplir su promesa de Budapest.
Al filo de la medianoche, la suerte estaba echada.