Rajoy cierra campaña advirtiendo que si no se vota al PP "se puede estar votando a los socialistas"
> Aguirre alerta contra Podemos: "Quieren echarme de la vida política... y hasta de la vida"
viernes 22 de mayo de 2015, 22:47h
Mariano
Rajoy ha cerrado la campaña electoral del 24-M con una advertencia a sus
antiguos votantes que miran hacia Ciudadanos. "Pueden estar votando al partido
socialista", les advirtió. Esperanza Aguirre eligió Podemos como enemigo,
acosada por el ascenso de Manuela Carmena en la carrera por el Ayuntamiento de
Madrid, cuyo objetivo es implantar un "régimen bolivariano en España" y, de
paso, "echarme de la vida política... y hasta de la vida", afirmó. Cristina
Cifuentes, más moderada, cargó contra los "lobos con piel de cordero". Y, por
supuesto, ni una sola referencia a la corrupción ni a filtraciones de última
hora.
Tras
escuchar unas 200 veces lo de "color esperanza", por fin sonó el himno
anunciando el comienzo del último mitin del PP, el que cierra la campaña
electoral camino de las urnas del 24-M. Por supuesto, en Madrid. Mariano Rajoy,
seguido de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes iniciaba un largo paseíllo
camino del escenario de abrazo en abrazo. Ante ellos, algo más de 9.000 fieles
seguidores del PP y en especial de su lideresa, cada uno de ellos con la
correspondiente banderita azul en la mano.
Desde
la primera fila les contemplaban la alcaldesa saliente, Ana Botella, la mujer
de Rajoy, Elvira Fernández, y la ministra de Trabajo, Fátima Báñez.
La
primera en tomar la palabra, la candidata al Ayuntamiento, de nuevo en el ojo
del huracán por la polémica sobe su declaración de la renta, a la que no hizo
la más mínima referencia. Tampoco a los casos de corrupción que han salpicado
al PP de Madrid. Esperanza Aguirre empezó fuerte, denunciando que el objetivo
de sus contrincantes en esta "dura y difícil campaña", dijo, "es echarme de la
vida política... y hasta de la vida".
Unas
elecciones trascendentales, continuó, porque van más allá de Madrid al
presentarse "por primera vez en Democracia una opción política que quiere
acabar con nuestra Constitución". Era su referencia a Podemos, que quiere
instaurar según ella "un régimen bolivariano" en España. "Los españoles deben
saber lo que está en juego" en las urnas del este domingo. Esta es la principal
razón por la que ha vuelto a la política, explicó.
Aguirre
repasó algunas de sus promesas electorales para Madrid, "proyectos en positivo
frente al odio de los totalitarios que amenazan nuestra convivencia". La
candidata pidió el voto para el PP porque "los de Podemos quieren ganar Madrid
para luego asaltar el Gobierno de España y sólo nosotros somos garantía de
firmeza".
Cristina
Cifuentes se mantuvo en su línea discreta y moderada que ha marcado su propia
campaña para diferenciarse de Esperanza Aguirre, que a menudo ha sido para ella
más otro rival político que compañera de cartel electoral. De hecho, en estos
convulsos últimos días prácticamente ha desaparecido de los medios.
La
candidata a presidir la comunidad tiene su principal enemigo en el PSOE, no en
Podemos -"lobos con piel de cordero"-, y a Ángel Gabilondo dedicó sus ataques
como cómplice de la "herencia" del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al
cual perteneció. "Van a hundir Madrid como casi hacen con España".
No
se olvidó de Ciudadanos, como es lógico, y aprovechó para reivindicarse a sí
misma, "tengo 50 años", y defender su experiencia en la vida pública madrileña
en diversos puestos de responsabilidad.
Ciudadanos,
afirmó Cifuentes, es "ese partido que se presenta como algo nuevo y empieza a
desvelarse como la marca blanca del partido socialista. Votarles es abrir la
puerta a los gobiernos socialistas". La consecuencia vendrá en forma de "subida
de impuestos", advirtió. "¡Quieren subir hasta el IVA de las sillas de
ruedas!".
Y
si Esperanza Aguirre no dedicaba una sola línea a la corrupción, menos lo iba a
hacer Cristina Cifuentes...
Mariano
Rajoy subió al estrado dispuesto "a hablar bien de España", repitiendo uno de
sus argumentos favoritos, el de que somos el segundo país del mundo que más
turistas recibe, "y por algo será". "Vamos a ganar", insistió una y otra vez el
presidente derrochando optimismo.
Derrochó
igualmente con la batería de indicadores económicos favorables y su promesa de
esta campaña, la de que en España haya 20 millones de personas trabajando... "si
los españoles nos vuelven a dar su confianza".
Su
mensaje final tuvo como destino a Ciudadanos, uno de esos partidos "nacidos en
un plató" y en concreto a los antiguos votantes del PP que ahora se disponen a
votar al partido de Albert Rivera. "Cuando se vota a otro partido que no es el
PP hay que andar con cuidado porque uno puede estar votando al partido
socialista y no se entera". Avisados están, pues.