"A ver qué dice la prensa". El vozarrón, grave y potente, salió del sanedrín sabio del tendido 7, seguro que de un aficionado harto del birrioso espectáculo que estábamos 'disfrutando' en el tradicional festejo de la Asociación de la Prensa. Pues no sabemos, ni nos importa, lo que escribirán otros colegas, pero la cuestión está clara: la corrida fue un bochornoso petardo, de esos que hacen afición... a cualquier otra cosa.
La culpa, fundamentalmente, hay que echarla a las piltrafas de toros que
Jandilla y
Vegahermosa -tanto monta, monta tanto- trajeron a Las Ventas. Y también a la terna (cuyos componentes brindaron a
Don Juan Carlos su primera ruina de animal). Sobre todo en dos de ellos:
El Fandi y
Manuel Escribano, sin un gramo de calidad ni de sentimiento. Sin olvidar a un
Miguel Abellán más efectista que efectivo y que tampoco dio la talla. En esta reata de responsables podemos, y debemos, meter también al usía,
Julio Martínez, por no devolver a corrales a la mayoría de los invaliduchos, ajeno a las justas protestas del cotarro.
Un cartel poco atractivo
Dicho lo cual -también con un viento molesto-, es justo y necesario no olvidar que como muchos se temían, ésta iba a ser la crónica de un fracaso anunciado. Porque no se puede montar un cartel tan poco atractivo, el peor en muchos años, con dos matadores que no son ni figuras ni del gusto de Las Ventas, donde nunca han triunfado. Y con una divisa cuyos bichos, casi siempre ayunos de fuerza, pueden servir en plazas de inferior categoría, pero no en la cátedra.
De modo que, por desgracia, los pronósticos se cumplieron: los bicornes, cuya única virtud fue la diversidad de sus respectivos pelajes, tenían la catadura comprendida entre muy flojos e inválidos en diversa gradación. Sólo el sexto aguantó algo sin caerse pero siempre a punto de hacerlo.
Con semejante material, sin olvidar su mansedumbre y descastamiento a excepción del cuarto, y la nula calidad de Escribano y Fandi, el petardo estaba servido. Estos dos espadas, que banderillearon con idéntica vulgaridad, largaron centenares de pases, casi todos malos. O sea, una pesadilla, entre traspiés y traspiés de sus ruinosos enemigos y el aburrimiento del público.
Sólo
Abellán,que como Escribano en el último, se fue a portagayola en los de su lote, lució algunos lances capoteros con cierto reposo y hondura, para perderse con su primero, más por los suelos que de pie, y apostar por el toreo despegado y ventajista en el cuarto, que apuntó cierta codicia, en una faena muy teatralizada -varios muletazos mirando al tendido- con algún que otro detalle suelto. Pero que ni le sirvió para que aparecieran suficientes pañuelos para cortar una oreja, a pesar de que en este ciclo están de regalo.
Ficha del festejo
Cuartro toros de
JANDILLA y 1º y 2º de
VEGAHERMOSA, justos de trapío, nobles, mansos, descastados -excepto 4º- e iválidos -excepto 6º, flojo-.
MIGUEL ABELLÁN: silencio; saludos tras escasa petición.
EL FANDI: silencio; silencio.
MANUEL ESCRIBANO: silencio; saludos. Plaza de Las Ventas, 20 de mayo. Corrida de la Prensa y 13ª de Feria. Algo menos de tres cuartos de entrada.
-Crónica de la 12ª. El viento y el mal toreo desmerecen una interesante corrida de Alcurrucén -Crónica de la 11ª. Posada aprovecha de 'Maravillas' el único novillos bueno de Mayalde-Crónica de la 10ª. Por fin una oreja 'de Madrid', que cortó Joselito Adame-Crónica de la 9ª: triunfalismo a tope con todos los rejoneadores a hombros