Posada de Maravillas hizo honor a esta segunda parte de su nombre de guerra y, frente al único novillo no sólo bueno para lucirse, sino boyante, tiró de su indudable clase y calidad para llevarse una oreja. Lo demás, por la pésima novillada de Mayalde, fue casi un aburrimiento, con destellos de Roca Rey y en menor medida de Clemente.
Era como la lotería o casi. Ahí es nada, de un descastadísimo y flojísimo encierro de
Conde de Mayalde, había un novillo boyante, de embestida humillada y noble a más no poder. Nadie lo sabía por la mañana en el sorteo, claro. Pero el banderillero de confianza de
Juan Luis Ambel Barranco -Posada de Maravillas en los carteles- sacó su papelito y le correspondió en cuarto lugar a su jefe.
Que no lo desaprovechó, para envidia, se supone que sana, de sus dos compañeros de terna, el galo
Clément Dubecq -Clemente en la cartelería- y el peruano
Andrés Roca Rey, que seguro habían soñado con el bicorne ideal para lucir sus respectivos arcanos artísticos y disparar sus carreras. Pero la diosa Fortuna sólo sonrió a este extremeño de honda,larga y torerísima dinastía.
Quien hizo honor al nombre de su madre,
Maravillas, y tras haber sido atropellado y volteado durante un primer tercio de desastrosa lidia por parte de sus peones, salió ileso. Se recuperó
Posada y sin la chaquetilla cuajó una faena justa y ajustada casi toda en el platillo del ruedo, cual requería un animal tan boyante y codicioso, que humillaba en la flámula como el más arrepentido pecador.
El vazqueño 'cartuchito de pescao'Además, palpitó originalidad, pues su comienzo fue con el mítico y casi desaparecido hoy 'cartuchito de pescao', de
Manolo Vázquez, para encandilar al cotarro después con cortas series -el burel, justo de fuerzas no ofrecía más- de naturales y redondos lentos y majestuosos. Los tiempos muertos eran para que 'Agachado'-el novillo- se recuperase y también el coletudo, sin aire por el golpe sufrido en la voltereta.
La maravilla de Posada fue concluyendo con algunos adornos hasta que enterró la tizona y echó en el esportón una oreja de peso, y no como la mayoría de las que se han regalado en esta Feria. Frente a su primero, cercano a la invalidez, sólo apuntó algunos arreboles de dibujos, porque el animal era un muerto en vida.
De parigual catadura cadavérica fue el resto de la novillada que cayó en desgracia -salvo la suerte de ese cuarto- a la terna, igualmente pariguales de bella lámina, pero vacíos de sangre brava y de fuerza. Así que Clemente poco pudo llevar a cabo frente a los de su lote, que se defendían, porque su único deseo era marcharse a la paz de las dehesas.
Sí que dejó también varios detalles de clase con el percal -por cierto que la terna compitió en suertes diversas a lo largo de la tarde, lo que siempre es de agradecer-.
Y Roca Rey, que soñaba con reeditar la Puerta Grande que conquistó hace un mes en la cátedra venteña, también se estrelló ante el descastadísimo lote, aunque pisó terrenos inverosímiles y festoneó cantidades industriales de valor y quietud e incluso medio se inventó una medio faena ante el último, que ponto se rajó.
Ficha del festejo
Novillos de
CONDE DE MAYALDE: con trapío en general, mejor los tes últimos; mansos, descastados -excepto el boyamte 4-º, muy flojos y nobles.
POSADA DE MARAVILLAS: silencio; oreja.
CLEMENTE: silencio; silencio.
ROCA REY: silencio; algunas palmas. Plaza de Las Ventas, 18 de mayo. 11ª de Feria. Tres cuartos de entrada.
-Crónica de la 10ª. Por fin una oreja 'de Madrid', que cortó Joselito Adame-Crónica de la 9ª: triunfalismo a tope con todos los rejoneadores a hombros