Miriam Ungría, la princesa triste

Puede decir Miriam Ungría que tuvo una vida de ensueño hasta que se truncó. Hija de una familia numerosa y unida, conoció a Kardam de Bulgaria, un príncipe y, como en los cuentos de Disney, se casó con él y se convirtió en princesa de Tirnovo que es lo mismo que ser Princesa de Asturias pero en Bulgaria que, como sabrán, no tienen monarquía, sino república. Por lo tanto es una princesa pero sin trono. Lo cual no deja de ser un gran alivio.

Tuvieron dos hijos, Boris y Beltrán. Y eran muy felices hasta que un día volvían en coche los dos (menos mal que no iban los niños) y tuvieron un accidente tan brutal que Kardam se quedó desde entonces en estado vegetativo. Sin embargo Miriam ha demostrado durante todo ese tiempo qué clase de mujer es: fuerte, serena, enamorada, leal, buena madre. El otro día Kardam se marchó al cielo y Miriam acertó a decir: "La suerte de mi vida es haber estado con él".

Ánimo, Miriam. Poco a poco recuperarás la sonrisa aunque no ha de ser fácil vivir a partir de ahora sin el gran amor de tu vida.