Sánchez-Camacho comparece ante el Parlament sin aclarar quién encargó la grabación de La Camarga
> La líder del PP catalán denuncia que la cúpula de su partido fue espiada en
otro restaurante
> Asegura que el CD que han oído los diputados está "editado y
manipulado"
viernes 10 de abril de 2015, 14:19h
El 7 de julio de 2010 la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho,
y una ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, comieron en un
céntrico restaurante de Barcelona, La Camarga. Su conversación fue grabada por
la agencia de detectives Método 3 con un micrófono escondido en el florero que
adornaba la mesa.
En febrero de 2013, coincidiendo con el cierre de Método 3, se publicó parte
de esa conversación en la que Álvarez explicó a Sánchez-Camacho que el
primogénito de los Pujol llevaba bolsas repletas de billetes de 500 euros a
Andorra. Dos años después, y tras saberse que los Pujol ocultaban una fortuna
en el extranjero, la líder del PP ha comparecido ante la comisión parlamentaria
que investiga la supuesta corrupción de la familia del ex presidente de la
Generalitat para dar explicaciones sobre esa famosa comida en La Camarga.
La sesión ha durado más de cuatro horas, pero Sánchez-Camacho no ha llegado
a aclarar quién ordenó que se hiciese esa grabación: "No quise saber quién
encargó el espionaje, no creo que fuera nadie cercano a mí", ha asegurado
sin querer señalar al ex secretario de Organización del PSC José Zaragoza a
quien CiU ve como responsable del espionaje, según ha resaltado la diputada
nacionalista Meritxell Borràs durante su turno de preguntas.
De
momento, Sánchez-Camacho, en la tensa sesión de esta mañana, ha reiterado que
no fue ella quien solicitó a Método 3 que grabase su conversación con Álvarez.
La popular ha usado un argumento bastante convincente: "Si yo hubiera
sabido que me grababan no hubiera hablado de policías amigos, ni hubiera dicho
cosas personales de amigos a los que quiero mucho ni tampoco habría explicado
cosas mías personales".
El contenido de la conversación ha corrido por internet, pero ningún medio
de comunicación lo ha publicado oficialmente, porque un juzgado prohibió su
difusión. Cuando hace algunas semanas compareció Jordi Pujol Ferrusola ante
esta misma comisión entregó a todos los partidos un CD con una copia de la
famosa conversación de La Camarga. Después de varias deliberaciones, los
diputados decidieron escuchar el CD a puerta cerrada. Eso se hizo el martes
pasado con la ausencia de los parlamentarios del PSC e ICV que consideraron
poco ético oír esa grabación.
Hoy Sánchez-Camacho ha asegurado que el CD de Pujol Ferrusola está
"editado y manipulado" y que no se corresponde con lo que realmente
hablaron ella y Álvarez en aquella comida de hace casi cinco años. Además, el
archivo de audio era de 2013 y no de 2010, según ha reseñado el diputado del PP
Santi Rodríguez. Pero, en todo caso, y debido a que el contenido de la
grabación no se ha hecho público, la comparecencia de Sánchez-Camacho ha sido
un tanto extraña. Los parlamentarios no han querido abordar el asunto de forma
directa y la sesión ha transcurrido entre sutilezas y frases veladas o con
segundo sentido.
Lo que los parlamentarios han preguntado abiertamente es quién encargó la
grabación y por qué Sánchez-Camacho no denunció ante la justicia lo que le
contó Àlvarez sobre Pujol, ya que se trataba de un delito. Lo primero no ha
tenido respuesta. A la segunda pregunta, Camacho ha contestado con un relato
que empieza cuando el jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, la
llamó para recomendarle a una amiga, María Victoria Álvarez, que buscaba
trabajo.
Ambas mujeres se reunieron en la sede del PP y se citaron para comer más
adelante en La Camarga. Durante el encuentro, Álvarez contó sobre la presunta
conducta delictiva de Pujol Ferrusola. Sánchez-Camacho tomó notas. Después se
puso en contacto con sus abogados quienes le dijeron que no había fundamento
para ir a la Fiscalía porque los datos eran muy vagos y porque Álvarez tenía
miedo y no quería declarar.
Siguiendo con su relato, la líder del PP catalán ha explicado que olvidó el
asunto hasta que en 2013 la llamaron unos periodistas para decirle que iban a
publicar el tema. Para Sánchez-Camacho, con la difusión de esa reunión se han
vulnerado sus derechos y se ha tratado de atacarla personal y políticamente.
"Todo este asunto es una cortina de humo", ha resumido.
También ha contado que esa reunión de La Camarga tuvo como resultado la
imputación de Jordi Pujol Ferrusola, ya que del asunto se habló tanto que los
ecos llegaron a Argentina. Allí, una mujer que había trabajado para Pujol tuvo
conocimiento de la existencia de Álvarez, se puso en contacto con ella y aportó
documentos que acabaron en el juzgado y sirvieron para imputar al hijo mayor
del ex presidente de la Generalitat.
Por último, Sánchez-Camacho ha desvelado que en otro restaurante cercano a
la sede del PP en Barcelona se encontraron una cámara y un micrófono y que en
ese lugar se puede haber espiado "a la cúpula" del partido, que comía
allí de forma habitual, incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
cuando visitaba Barcelona.
ERC, ICV, Ciudanos, la CUP y CiU no han quedado convencidos con estas
explicaciones. CiU cree que hay una trama entre el PSC y el PP para atacar a
los Pujol y a Convergència. Para Ciudadanos e ICV, lo que existe es un complot
entre CiU y los populares para "taparse las vergüenzas". Y ERC y la
CUP consideran que Sánchez-Camacho miente y no quiere decir quién encargó la
grabación, aunque lo sabe a ciencia cierta.